domingo, 25 de noviembre de 2007

Una copa con... Marcela Ferrari

El pasado día 6 de octubre, estuvimos conversando con Marcela Ferrari, una persona con una larga trayectoria en el mundo de la musica, con una voz que le permite cantar todo lo que se proponga, una persona capaz de coger una guitarra y componer. Yo creo que son suficientes motivos para creer que os pueda interesar conocer más cosas sobre ella. Si es así, espero que disfrutéis de esta charla.


Entrevista: Marta Pérez
Fotos: Rosa Sierra




Marta: ¿Con qué edad comenzaste a dedicarte a la música?
Marcela:
Empecé con 20 años más o menos, profesionalmente –amateur, con 17-

Marta: En Buenos Aires?
Marcela:
No yo en Buenos Aires estudié canto en el conservatorio de Morón durante un año, pero era muy jovencita y bueno tenía las clases a las 9 de la mañana y la verdad, no duré mucho, jajaja, , cuando acabé el Bachillerato me vine a España con 18 años, fui a la escuela de música creativa…, luego ya estudié con profesoras particulares según mis inquietudes y necesidades, si bien soy mayormente autodidacta, y empecé a componer.

Marta: Bueno y cuéntanos ¿cómo ha ido evolucionando tu carrera aquí en España?
Marcela:
Yo empecé ensayando con dos o tres bandas, íbamos a “La Nave”, en Madrid, era un sitio que tenía locales de ensayo. La verdad es que fue una gran época para los que vivimos en Madrid, allí iba mucha gente a ensayar, iba gente consagrada y grupos noveles, y bueno allí había una salita de conciertos y ahí empecé a tocar, además de en muchos garitos del circuito madrileño, allá por los 90 y pico...

Marta: ¿Has llegado a grabar algún disco?
Marcela:
Grabé un disco de Rock para Polygram, Universal en 1995, La verdad es que no tuvo gran apoyo ni repercusión, y me sentí tan decepcionada que lo dejé durante un tiempo. Justo en ese momento hice la gira de “El gusto es nuestro”. Luego fui madre y entonces hice un disco infantil que me lo editó la Fundación Auto y también fue editado en Bs As..

Marta: ¿Y cómo llegaste a ser corista, por ejemplo de la gira de El gusto es nuestro? Imagino que fue difícil…
Marcela:
Lo que pasa es que lo difícil parece fácil cuando le pasa a uno, y viceversa. Cuando llegué empecé a ir a la escuela de música creativa, luego estuve durante dos años en una orquesta, donde aprendí mucho y suficiente para ya cambiar de aires, y finalmente empecé a ir a “la nave” iba allí y conocía a gente, y empecé cantando con un cantante melódico, luego cantaba con un grupo que se llamaba Metálicos y tocando con ellos me vio alguien de la oficina de Emilio Aragón, entonces me llamó Emilio e hice con él una gira, y así empecé, luego ya no paras, conoces a gente o alguien te ve y le gusta como lo haces, etc..

Marta: ¿Con qué artistas has trabajado?
Marcela: Pues como he dicho antes, trabajé con Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos en la gira de El gusto es nuestro.
Luego trabajé con artistas como Jorge Drexler o Rosana, y bueno ahora con Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, que era uno de los que me faltaba, aunque en la gira de mucho más que dos había cantado alguna con él, pero nunca me hubiera imaginado que iba a ser tan feliz cantando con ellos dos, y justamente en este momento de mi vida.





Marta: ¿Tienes algún proyecto en mente?
Marcela:
Sí, yo iba a sacar un disco de tangos-canción míos en julio de este año, pero me salió la oportunidad de trabajar en la gira de Dos pájaros de un tiro, y la verdad es que nunca me había alegrado tanto de tener que posponer un disco. Me apetecía mucho la verdad trabajar con ellos, y en parte también lo necesitaba, sabía que iba a aprender mas cosas estando todo este tiempo con ellos.
También tengo preparado un segundo disco para niños, la verdad es que tengo varias cosas en mente, tengo bastantes temas que he compuesto, si bien ahora mi prioridad es mi primer disco de tangos-canción.
Marta: Y entonces, ¿para cuándo ese disco de tangos?
Marcela:
Nos metemos en el estudio a partir de diciembre o enero, cuando acabe esta gira y pasadas las fiestas.

Marta: Y ¿qué te inspiró a hacer un disco de tangos, habiendo hecho anteriormente un disco de Rock y un disco infantil?
Marcela:
pues no se, hace como 7 años, de repente me salió la música así, supongo que los genes, las raíces, aunque yo no creo en banderas, no creo en el rollo “mi país” (y respeto mucho a la gente que sí cree, empezando por mi padre que no quería que me fuera de Argentina...) en fin, que me crié escuchando a mi padre cantando tangos y supongo que viene un poco de ahí. También me di cuenta que me gustaba cantarlos y me salía natural, encontré en el tango un medio de expresión, en el que podía ser muy yo, que gracias a la época que estamos viviendo de fusión, tenía esa libertad y a la gente le gustaba. Mira, cuando estuve en Buenos Aires, algunas madres de amigos míos que tienen 60/80 años me decían que les encantaba… así como las hijas/os de mis amigos aquí en España, que tienen una media de 20 años, también, y eso te ayuda a seguir adelante, sabiendo que gusta, yo necesito esa aprobación, la verdad.. En cualquier caso, componiendo estas canciones me siento 100x100 honesta, y para mí eso es lo principal.

Marta: Entonces a tus conciertos, deben ir personas de todas las edades…
Marcela:
Es una locura!! desde gente de 22 años a personas mayores y también gente de mi edad, y de todas partes…por ejemplo a mis amigos les encanta y a mi me da un subidón cuando me lo dicen, porque son amigos músicos que he ido conociendo durante mi carrera, a quienes quiero, admiro, y valoro mucho su opinión.

Marta: ¿Qué opinas de cómo está hoy en día el panorama musical?
Marcela: Pienso que hoy en día esperar algo de las multinacionales es un desastre, si bien siempre hay afortunadas “excepciones “y así es casi desde que yo estoy en esto, y claro, eso hace que en ciertos momentos te den ganas de dejarlo todo y ponerte a trabajar de otra cosa, pero te pones a pensar y entiendes que si sigues ahí es por algo, te das cuenta de que a pesar de todo merece la pena, resurge lo mas valioso, la parte artística, y que te has de creer un poco más lo que haces, que es una cosa que a mi me cuesta, sentir el reconocimiento de los demás ayuda también a no claudicar, yo por ejemplo con el proyecto de los tangos, me han ayudado mucho las personas que me han apoyado a seguir con él y a sacarlo adelante contra viento y marea.

Marta: Vamos a pasar a hablar un poco de tu vida como persona y no como artista, dinos ¿qué música escuchas?
Marcela:
Mira, yo soy muy clásica, y me siguen gustando los mismos artistas de siempre, por ejemplo, los Pink floyd, los Stones, Elis Regina, Billie Holiday… me es imposible citar, se me olvidan muchos y además soy muy ecléctica… y ahora así de lo que hay mas reciente, me gusta Cold play, Macy Gray, Jaime Cullum o Jorge Drexler hablando de música en español, eso entre mil más…, pero hay mucha música que la gente no conoce y claro yo por desgracia tampoco, he conocido a través de myspace, artistas que no había escuchado nunca y que suenan muy bien, por ejemplo..

Marta: ¿Qué haces un día libre que no estás de gira?
Marcela:
Pues me levanto muy temprano, desayuno hago mi papel de madre, organizo la casa, compongo, escribo, me pongo en el ordenador y se me pasan las horas volando. También me gusta leer, en los últimos dos años he leído sobre todo autores de origen asiático que me han encantado… (Vassangi, Abdolah, Murakami…) .

Marta: ¿Nos recomiendas algún libro?
Marcela:
el último que me leí se llama “El reflejo de las palabras” de Kader Addolah, que es un escritor Iraní afincado en Holanda.

Marta: Y para finalizar ¿Con quién te tomarías una copa?
Marcela:
Ahora… con Joaquín y con Serrat! si bien, no soy de tomar copas.. prefiero las cenitas con amigos con un buen vino.



Marta Pérez








domingo, 18 de noviembre de 2007

Una copa con..., Julieta Venegas


Entrevista: David Grau
Fotos: Myspace de Julieta Venegas
La entrevista que hemos hecho a Julieta Venegas ya lo dice todo. Un día trasteando por myspace di con su pagina y yo, con la ilusión de un niño, le envié un mensaje explicándole que éramos de Una copa con...: un grupo de amigos que nos encanta la música, y si podríamos charlar con ella. Cual fue mi sorpresa que nos envió un mail diciendo que sí, pero claro, como yo, en esto del Internet tengo alguna dudilla de quien contesta el mail le dije que cómo sabía si era ella o no y que si no era ella, nos buscábamos un problema con Julieta. Me llegó un mensaje con un teléfono móvil para llamar y llamé y al otro lado estaba Julieta, una chica que transmite humildad y sencillez.

David Grau: ¿Cuéntanos un poco como fueron tus inicios antes de vender un millónde copias de tu trabajo?
Julieta Venegas: Ja ja, lo haces sonar como si solo se tratara de eso, estás hablando de mucho tiempo y muchas cosas, por suerte. Desde que empecé en la música, que fue súper chica tocando teclados con grupos de amigos en Tijuana. Después música para teatro, luego otra banda cuando me fui a vivir a DF, y bueno, mi primer disco hace 10 años. Siempre he tenido la suerte de trabajar con gente increíble, productores, músicos, y de pasarla bien haciendo lo que quiero.

David Grau: Cuando decidiste dedicarte a la música ¿te imaginabas que llegaríashasta donde has llegado?
Julieta Venegas: Para nada, solo podía ver la música por música, me encantaba desde chica, hacer canciones, escucharlas, de todo. Y con el tiempo han ido pasando muchas cosas, para mi lo máslindo de todo ha sido el camino recorrido, la verdad es que metas no las he puesto.
David Grau: ¿Como trabajas habitualmente para componer?
Julieta Venegas:
Me gusta sentarme al piano con una caja de ritmos a un lado y ponerme a tocar. O inventarme alguna cosa en la guitarra, pero como mi instrumento es el piano, mejor ahí. Y si encuentro una armonía que me gusta, busco una letra y la desarrollo tocando la parte de piano, junto a la melodía.

David Grau: ¿Cómo nació Limón y Sal?
Julieta Venegas: Fueron canciones que estuve grabando durante un año, y después cuando terminamos la gira del disco anterior me puse a trabajar de lleno en las canciones nuevas, primero hice demosen casa, y se las empecé a mandar a cachorro, después nos metimos al estudio a grabarlo.

David Grau: ¿Tienes algún proyecto nuevo?
Julieta Venegas:
Por ahora estoy tranquila, acabo de terminar la gira y con ganas de inventarme otra cosa, pero con calma.

David Grau: Una curiosidad ¿en todo momento eliges tu como van a ser tus videos musicales?
Julieta Venegas:
La verdad es que los encuentro originales, sencillos y muy frescos. Muchas gracias, no lo pienso mucho, más bien pido tratamientos a varios directores, y el que más loquito me parece, por ahí le entro.David Grau: Entrando un poco en las preguntas que hacemos habitualmente ¿Háblanos un poco de los músicos que te han acompañado en esta gira?Julieta: Bueno, mi grupo desde hace tres años, más algunos invitados a esta gira. Cecilia Bastida, que toca teclados y canta, Edy Vega, batería, Ariel Cavalieri bajo y coros, Martin García Reynoso guitarra y coro, y Laura Vázquez, teclado y coro.

David Grau: ¿Quienes han sido tus referentes musicales?
Julieta Venegas: De todo, desde Lou Reed, Caetano Veloso, Café Tacuba, Los Lobos, etc., un montón de gente, toda la música que escucho como me deja algo.David Grau: Se que has venido varias veces de gira por España ¿Qué sensación te has llevado después del concierto? Y ¿Cómo ves al público Español?Julieta: Muy lindo, es un público muy respetuoso y cálido. Nos la pasamos muy bien en las giras por acá.

David Grau: Ahora que este año se están viendo giras y conciertos en los que dos artistas comparten escenario ¿Con que artista te gustaría compartir una gira?
Julieta Venegas:
Esa está difícil, que me gustan muchos artistas, alguien que me guste mucho en vivo, ya se,Café Tacuba!

David Grau: Entrando un poco en lo personal ¿que hace Julieta Venegas cuando no está de gira o componiendo?
Julieta Venegas: Soy monotemática, escuchar música y leer. Disfrutar el tiempo libre.

David Grau: ¿Que canción de tu disco elegirías para la entrevista?
Julieta Venegas: Pues es un disco con el cual acabo de terminar un ciclo, no se, mírame bien, quees muy suavecita.

David Grau: Y por último ¿Con quién te tomarías una copa?
Julieta Venegas:
Una copa con Orhan Pamuk! Porque me encanta como escribe, así me cuenta algo sobre su país. Aunque ¿los escritores serán divertidos a la hora de las copas?

sábado, 10 de noviembre de 2007

Una copa con...Guillermo Ortiz

Después de haber publicado dos libros de relatos, “Vampiros, ángeles, viajeros y suicidas” y “Pequeños Objetivos”, Guillermo Ortiz (Madrid, 1977) se adentra en el género del “blook” (blog book) con “Cuando las cosas dejaron de tener sentido”.

Este escritor madrileño de 30 años viene colaborando habitualmente con prestigiosas revistas culturales como Neo 2, Notodo.com, Omni-bus o Almiar, tratando temas que van desde la música al cine, de la literatura al deporte.

Aparte, publica en la red dos blogs: uno literario (http://bretguille.blogspot.com/) y otro sobre baloncesto (http://www.eurobasketmadrid.es/)

Como relatista, además de publicar los dos libros antes mencionados ha participado en varias antologías, gracias a los diversos premios literarios que ha ido ganando en estos últimos años. En la actualidad, prepara “Gente rara”, un nuevo libro de relatos con el que espera consagrarse en el género.

Sus máximas influencias reconocidas son Ray Loriga, Bret Easton Ellis, Raymond Carver, John Cheever y Ernest Hemingway, cuyo estilo se reconoce en las páginas de todos sus libros. También profesa una cerrada admiración por Julio Cortázar.
Entrevista: Sonia San Román
Fotografías proporcionadas por el autor.

Sonia: Guillermo, por el primero que te quiero preguntar es por Bret Easton Ellis. Tu nick es “El chico que quería ser Bret Easton Ellis”, en el libro hay persecuciones tras él... ¿Cuánto hay de Bret Easton Ellis en Guillermo Ortiz?
Guillermo:
Durante algunos de los meses recogidos en el libro, me pareció estar viviendo en un libro suyo. Me gusta su facilidad para pintar la decadencia con pequeños brochazos, esos universos paralelos, llenos de música, de drogas, de irrealidad... y de un vacío tremendo a la vez. Cierto nihilismo pero con un punto moralista.

El nick era una especie de declaración de intenciones: aquí va a pasar algo. Yo, como escritor, no tengo nada que ver con Bret Easton Ellis. O muy poco. Me quedo con la decadencia y paso de las modelos y las marcas de ropa. Él se mueve en un mundo muy elitista, yo no. A los dos nos encanta la estética, en cualquier caso, una estética muy parecida, y ambos tenemos algo de fisgones.

Sonia: Y hablando de nicks me gustaría hablar de tu nuevo libro “Cuando las cosas dejaron de tener sentido”.
Me ha parecido algo muy innovador encontrarme, no con una novela al uso, sino con un blook (o un blog impreso) ¿Qué te ha decidido a llevar a imprenta una bitácora electrónica?
Guillermo:
Me pareció divertido, eso lo primero. Divertido de escribir y de leer. Quiero decir, me lo pasé pipa escribiendo y viviendo todo eso: los bares, las chicas, la inseguridad de los 30 años... y a la vez el irse abriendo camino por un mundo profesional excitante: entrevistas con músicos, conciertos, campeones del mundo de baloncesto... Todo era mágico y se merecía un libro. Creo que es fácil compartir ese entusiasmo como lector, a mí me encantaría leer algo tan entusiasmante, al menos.

Sonia: ¿Crees que el fenómeno blog puede verse ya como un género literario o, simplemente, que se trata de algo pasajero, fruto de una moda, que acabará desbancado inevitablemente por nuevas formas de contar?
Guillermo:
Sí, creo que el blog es una moda, pero una moda que está pasando. Cuando algo está de moda quiere decir que ya ha decaído de alguna manera, cuando algo se pasa de moda... imagínate. En eso, siempre me acuerdo del fenómeno “grunge”. ¿Cuándo empezaron los medios a hablar de ello? Cuando Nirvana ya había sacado “Nevermind” y todos los mejores grupos habían dado lo mejor de sí.

Incluso, Hollywood sacó esa cosa llamada “Singles” sobre la Generación X cuando la Generación X ya no existía. Está la realidad y están los medios de difusión y estos van muy por detrás, así que sería normal que ahora que todo el mundo se ha pasado del blog al MySpace o al Flixster o al Fotolog o al Flickr, que vienen a ser todos diarios públicos, con mayor o menor contenido visual, pues las editoriales decidan publicar blogs como locos.

Sonia: Leyendo tu libro he podido observar en ti muchos mitos modernos y mucha música (Sabina, Rosenvinge, Santiago Auserón, Kurt Cobain) pero, sobre todo, cierta obsesión por el paso del tiempo, por el hecho de estar a punto de tener treinta años y de ser hijo de un tiempo, de una generación determinada. En algunos momentos dudo de si ese paso del tiempo lo ves con cierta nostalgia o quizás como algo que te reafirma en una madurez que antes no tenías. ¿Podrías explicármelo?
Guillermo:
Son esas cosas que suceden y que siempre dices: “No me va a pasar”. Como cuando mi padre sólo escuchaba canciones de los 70 y yo no lo entendía, con toda la buena música que se hizo en España en los 80 y en el resto del mundo en los 90. Él no conocía a ninguno de los grupos que me gustaban y tenía, no sé, 35-40 años. Nos sacamos muy poca diferencia.

El caso es que llega una edad en la que te das cuenta de que tus amigos más jóvenes sólo hablan de Bloc Party, Arcade Fire, The Killers, Arctic Monkeys, Kaiser Chiefs... y sí, tú lo intentas, para no quedar mal, y porque merecen la pena, pero ¿con qué canciones acabas bailando? Con las de Blur, las de Elastica, las de Nirvana, las de Radio Futura... Tu vida son recuerdos de una canción de Joaquín Sabina –“Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal...”.

Yo creo que nostalgia es la palabra adecuada. Te encuentras muy asentado en el mundo, pero a la vez te das cuenta de que el mundo se ha desintonizado un poco, que las cosas que estaban antes en un sitio ya no están ahí. Las cosas viejas y las cosas nuevas. El libro abunda mucho sobre eso: el cambio y el perder el miedo al cambio. Supongo que esa es la madurez. Pero no dejo de sentir que juego un poco fuera de casa, aunque celebre igual los goles.


Sonia: Y ahora, en el más puro estilo Aquí hay tomate, ¿te puedo preguntar por tu vida privada?
Guillermo:
Jajaja... Bueno, si es en el estilo Aquí hay tomate, con voz sugerente e imágenes mías borracho, no tengo nada que objetar...

Sonia: Jajaja...Bien, pues tú lo has querido. Allá voy: ¿Cómo ha influido en tu vocación literaria y artística ser hijo y sobrino de Gloria Varona y de Pancho Varona respectivamente? Te preguntaba antes que cuánto hay de Bret Easton Ellis en Guillermo Ortiz y te pregunto ahora, ¿cuánto hay de Pancho y cuánto hay de Gloria en el Guillermo escritor?
Guillermo:
No lo sé. Supongo que hay cierta fascinación por el mundo de la creación, o al menos el mundo de la creación ha estado ahí desde pequeño. Pero luego me desvinculé por completo. No creo que mucha gente sepa que Pancho Varona tiene un sobrino escritor, no voy por las fiestas anunciándolo. Mi tío está ahí y me abre muchos caminos para muchas cosas, pero tampoco me gusta ir metiendo el pie en todas las puertas. Detesto molestar.

Mi madre ha sido una gran influencia, pero lo habría sido aunque no hubiera compuesto una línea de una canción. El recuerdo que tengo de niño son estanterías llenas de libros, desde el techo hasta el suelo. En el salón, en el dormitorio...

Es más una influencia adquirida que genética: por ejemplo, yo nunca conseguí aprender a tocar la guitarra ni el piano y compongo letras horrorosas... pero sí, la voluntad y el valor supongo que están ahí. Mi abuela estaba muy orgullosa de todos.

Sonia: Cuando piensas en que el libro ya está en la calle, que ya es un objeto y no la página de un blog suspendida en el ciberespacio, supongo que soñarás con un lector que lo sostiene entre sus manos y se sumerge en tus historias. ¿Cómo es ese tipo? ¿Cómo es el lector que a ti te gustaría que te leyera?
Guillermo:
Esta es una pregunta muy buena y requiere un entrevistado muy listo, mucho más listo que yo. No sé qué decirte, la verdad... Me gustaría que me leyera un tipo que estuviera pasando por lo mismo que pasaba yo cuando lo escribí, que se encontrara un poco arrinconado en su vida normal y necesitara explotar. Alguien que leyera el libro y dijera: “Sí, se puede” y saliera ahí a intentarlo. A intentar lo que fuera, sin medir las consecuencias.

Atreverse.

Me encantaría que el libro sirviera para que alguien que es infeliz dejara de serlo, por muy cursi que sé que suena esto. Pero puede pasar y merece mucho la pena. Para todos.

Sonia: ¿Y qué tipo de lector eres tú?
Guillermo:
Escribo como vivo: de manera impulsiva y fragmentada. Y leo como escribo, compulsivamente. Todo lo que me cae en las manos. Me desesperan los adjetivos, lo demás lo llevo muy bien. Ahora mismo estoy leyendo un “best seller” de un chico que cumple 30 años –yo los cumplí hace seis meses- y me está encantando.

Leer es un placer enorme, un alivio, diría. Como rascarse después de una noche de mosquitos.

Sonia: ¿Cómo ves el panorama editorial para los escritores de nuestra generación?
Guillermo:
Yo he autopublicado dos veces y en esta tercera me publica una pequeña editorial de Madrid. He sido rechazado por varias editoriales grandes, siempre bajo la excusa de que los relatos –o los blogs, como en este caso- no venden. Lo que venden son las novelas. Creo que si no eres novelista o un poeta excelso no vas a tener oportunidades, eso de entrada.

Por otro lado, creo que el talento se abre camino y que si, cuando escriba por fin una novela, también me la rechazan en todos lados, será difícil buscar excusas. En toda generación, en todo momento, lo normal es que los grandes escritores acaben publicando, normalmente junto a bastantes malos escritores. Si no hay caminos, hay que buscarlos, como sea, pero sobre todo con valor y con mucha tenacidad.

Sonia: ¿Con quién te tomarías una copa?
Guillermo:
Dediqué el libro a Jaime y a Fede, y me tomaría mil copas con ellos, pero me temo que esos nombres no le dicen nada a nadie, quizás algo a ti, que has leído el libro. Déjame que me tome un par de copas: una con Lichis, de la Cabra Mecánica, el mejor letrista de la última década, y otra con La Mala Rodríguez, siempre me ha fascinado esa chica.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Una copa con... Kiko Veneno



Entrevista: Myriam Apúntate


Myriam: Has cumplido ya los treinta años en el mundo de la música, ¿qué ha sobrado y qué ha faltado en estos treinta años?
Kiko: Pues supongo que lo mismo que a todos, más felicidad y menos ruina, jajaja. Más primaveras y menos inviernos.

Myriam: ¿Ha habido mucha ruina? Llevas treinta años dedicándote a esto, no todo el mundo puede decir algo así.
Kiko: Hombre, yo me siento privilegiado. Todos los músicos tenemos una conciencia de sentirnos privilegiados en esta vida, ya que nos dedicamos a una profesión preciosa, que nos da muchas alegrías y muchas satisfacciones, pero bueno, igual que los demás, pues tenemos que vivir en el mundo que nos ha tocado vivir, en el que te encuentras continuamente con situaciones que insultan a la inteligencia y a la dignidad de cualquier ser humano. Lo bueno, es que eso podemos compensarlo con muchos momentos de risas, de convivencia, de arte, de belleza, de comunicación…

Myriam: ¿Con qué faceta profesional te identificas más: eres poeta, músico, compositor, cantante…?
Kiko: Compositor es lo más adecuado para mi, creo yo, porque no soy cantante, ni músico… y desde luego tampoco poeta, porque poeta era Lorca, ¿no? y Homero. Yo hago unas letrillas, algo que me gusta porque me gusta reivindicar, no la poesía de Homero, o de Lorca, o de Leonard Cohen, o de Vicente Alexaindre o de cualquiera de los otros grandes poetas, sino que me interesa, como compositor, el resaltar la capacidad poética que hay en todas las personas, en todos los momentos… es una poesía más de andar por casa, lo que yo hago, aunque no menos exigente ni menos profunda porque yo me aplico a ella con toda mi capacidad y con todo mi interés.

Myriam: ¿Y de dónde recibes la inspiración a la hora de componer, de la poesía, de la calle…?
Kiko:
Yo de joven leí mucha poesía, y tengo amor confesado por las palabras, por supuesto, pero digamos que me inspiro en el ambiente colectivo. Me inspira todo lo que veo, todo lo que oigo, cosas que les oigo a mis amigos, resúmenes filosóficos, frases que son resúmenes de una situación vital en un momento dado… Son muchas las cosas que te sirven de inspiración, por lo que tienes que ir conjugándolas todas para que las canciones sean ligeras, no muy pesadas, para que sean simpáticas pero que tengan un mensaje claro… Trato de hilar las sensaciones de las palabras, el ritmo, el sonido de la canción, el ímpetu, el mensaje que tiene, trato de trabajar también con los músicos para que también a ellos les parezca divertida la canción, les resulte interesante de tocar… Y conjugando todo eso un poco obtienes una canción.

Myriam: ¿Tienes a los mismos músicos desde hace tiempo o te gusta ir trabajando con diferentes personas?
Kiko:
Hombre, pues son ya muchos los años que llevo con mis músicos. Con algunos llevo quince años, con otros diez…

Myriam: Eso quiere decir que habéis conseguido una buena unión, ¿no?, una confianza en lo que la otra parte hace. Háblame un poco de ellos.
Kiko:
Pues el más antiguo de todos en la banda es el bajista, Juan Ramón Caramés, de Sevilla, que lleva más de 15 años conmigo, después Jimmy González, el batería, que es de Barbate pero que vive en Sevilla también y que llevamos unos diez años juntos, Raúl Rodríguez, hijo de Martirio, que es guitarrista y que también hace unos 10 años que trabajamos juntos, Anabel, teclista y corista cubana que lleva con nosotros tres o cuatro años, y un guitarrista eléctrico que se llama Javi Valero, que ha empezado este año con nosotros. En definitiva, que es un grupo sólido que está formado ya hace tiempo, aunque de vez en cuando se marche alguien y entre alguien nuevo.

Myriam: Nosotros hemos tenido la oportunidad de charlar con grandísimos músicos que el público mayoritario apenas conoce. Creo que no se les reconoce toda su valía profesional, ¿cómo ves tú el panorama de los músicos en nuestro país?
Kiko:
Los músicos, realmente, son la parte más olvidada de este negocio, porque esto es un negocio, yo me niego a calificarlo de industria. Una industria es algo con un propósito y con un fin, más o menos coherentes, y en España el mundo de la música es una tómbola, una cosa muy vistosa y tal desde fuera, donde se puede ganar mucho dinero, pero de una forma muy anárquica. Y se habla mucho de los derechos de las canciones, de la piratería, de las crisis que parece que atravesamos, etc., pero nadie habla, por ejemplo, de lo lamentable que resulta el que no hayamos avanzado, como en otras muchas cosas, desde la época de Franco, en cuanto a establecer un sistema de trabajo y una industria. Los músicos en España están muy desamparados. No existe un sindicato de músicos, no existe representación, no tienen seguro, no tienen Seguridad Social, no es como en Francia o Alemania, donde están acogidos a un sistema estatal, en el cual participan y tienen su seguro, su cotización y su pensión cuando se jubilen. En España, a lo largo de la Historia, se ha llevado a cabo una devaluación del arte y de la cultura, ya que a los poderosos siempre les ha interesado que el pueblo fuera lo más cateto posible, para que pensase lo menos posible. Entonces lo primero que se ha utilizado contra los pueblos ha sido la guerra, para tener a la gente machacada y sobre todo hacer que no perdieran tiempo en el arte y la cultura. El arte y la cultura siempre lejos. Y es lamentable que en España, donde muchas veces nos creemos estar en el grupo de países que están a la cabeza de todo, tengamos a los músicos como un colectivo olvidado del que nadie habla, porque eso si que es la industria, podríamos empezar a hablar de la industria por ahí, por la cantidad de músicos y técnicos que se juegan la vida en las carreteras y que son los que hacen que esas bandas suenen, que esos grupos suenen y que luego no tienen si quiera unos derechos laborales y unos derechos sindicales mínimos.

Myriam: Porque al fin y al cabo, tú puedes ser muy buen compositor, o muy buen cantante y tal, pero sin unos buenos músicos no llegar a hacer un trabajo completo y de calidad ¿no?
Kiko:
Yo es que soy una persona más que nada de conjunto, yo me metí en la música apreciando sobre todo el valor de los conjuntos, que era lo que se llevaba entonces. Es decir, que no había que ser muy genial, sino juntarte con cuatro tíos “espabilaos” para hacer cosas muy geniales.

Myriam: Vamos a hablar de música, de la música en general. Ahora parece que para encontrar grupos y cantantes de calidad, tienes que buscarlos por tu cuenta, interesándote por los que no salen en televisión o en los 40 principales, porque sino no escuchas nunca nada distinto.
Kiko:
Es que la música se refugia una vez más en el campo de las minorías. Siempre se ha dicho que el arte tiene que estar abierto a todo el mundo, pues si, el arte para la gente… pero mientras que se pueda, porque lo que está pasando nos está demostrando que al fin y al cabo el arte no es para la gente, el arte es para una minoría, para los que saben apreciarlo. Yo cuando empecé a escuchar música y escuchaba a The Beatles era un flipao al que le gustaba la música, ¿me entiendes?. Nosotros cogíamos nuestros tocadiscos, que sonaban maravillosamente bien, y nos preparábamos guateques donde escuchábamos la música que a nosotros nos gustaba. La música no era algo que atrajese a todo el mundo, nosotros éramos unos flipaos a los que nos gustaba, y escuchábamos lo que nos gustaba. La música era para una minoría.

Myriam: Y como la gente se apasionaba con la música, lo que tenemos de entonces es arte, realmente.
Kiko:
Claro, entonces apareció Jimmy Hendrix, Eric Clapton, Bob Dylan… grandes genios de la música, que surgieron de ese movimiento minoritario con toda su fuerza, con todo su interés…

Myriam: ¿Y qué crees que ha pasado, para que pasemos de talentos como esos y creatividad sin límites, a los grupos tan comerciales y estandarizados de hoy en día?
Kiko:
Pues que se dieron cuenta de que la música era algo poderosísimo, capaz de unir a la juventud de todo el mundo y aparecieron las grandes compañías, con idea de acaparar todo aquello, de dirigirlo y hacer negocio de eso. Y eso nos ha llevado hasta hoy, donde con el dinero que sacaron del arte de Bob Marley, John Lennon o de Bob Dylan, se financia a gente como Mariah Carey o películas como las de Spilberg, que dicen que es muy buen director… Pues mira, los primeros diez o quince minutos de una peli de Spilberg cuestan, qué se yo, quince mil millones de dólares… pues a mi eso no parece arte ni cultura, sino toda una barbarie, porque un artista como Jimmy Hendrix no necesitó todo eso para demostrar que era un genio, le bastó con su guitarra, y Homero creó obras maravillosas a ras de suelo y con lo poco que tenía, ¿me entiendes?

Myriam: Claro, y ahora que se escucha música por todos sitios, parece que la gente ya no elige lo que escucha, sino que escucha lo que le ponen.
Kiko:
Entonces, lo que empezó siendo algo minoritario, ahora ya ha de ser para todo el mundo, la música ya es por cojones, y eso la devalúa y rebaja su calidad. Antes escuchaba música quien la apreciaba y disfrutaba con ella y ahora te montas en un ascensor y suena música, pones la televisión y en los anuncios suena música, te dejan la llamada en espera y suena música, las canciones suenan en el móvil, está a todas horas en todos los rincones… y no hay tanto arte, la calidad no da para tanta música, para esta súper saturación de la música. Además, cuando oyes música por todas partes dejas de prestarle atención y dejas de exigirle calidad. La escuchas como algo cotidiano que te entretiene un ratillo y ya está. Fíjate que la escuchamos hasta con los altavoces del ordenador, que son de plástico y suenan fatal, hasta la escucha la gente con el móvil! Yo escuchaba música en altavoces de madera, con bobinado de cobre, gordo, y la música sonaba tan extraordinariamente que te conmovía!!

Myriam: ¿Y a dónde nos va a llevar todo esto?, ¿qué futuro le auguras tú a la música?
Kiko:
Pues mira, todo esto es insostenible y ya se está notando, de ahí viene la crisis que parece que atraviesa el sector y tal, y al final cuando deje de ser tan rentable como les ha estado siendo, ya no les interesará el negocio que hacen con la música y la música volverá a ser para una minoría, para quien la busque y se emocione con una canción.
Hemos pasado de la creatividad de los sesenta y setenta, al abotargamiento actual, así que esto reventará por algún lado.

Myriam: De todas formas, yo creo que si que hay mucha calidad musical en nuestro país, aunque no sea lo más radiado, y confío en que esa gente que yo he descubierto por ahí que tiene un talento enorme, consiga darse a conocer. ¿Tú que grupos destacarías hoy en día?
Kiko:
Pues mira, a mi me encantan Los Delinqüentes, que son para mi los “namber guan”, jajaja, Muchachito Bombo Infierno es también un grupo monstruo, Manu Chao, Andrés Calamaro, me gusta Raimundo Amador, Diego Carrasco, Remedios Amaya, que es la mejor cantaora que hay ahora mismo… Y a nivel internacional me gusta mucho Scissor Sister, no me canso de escucharlos porque tienen mucha chispa, me gustan mucho los Red Hot Chily Pepers, me gusta mucho la música africana nueva, la música blues africana de Mali y Senegal me ha atraído siempre mucho…

Myriam: Yo he de confesarte que os admiro mucho a todos los que habéis formado el grupo G-5. Al igual que a ti, me encantan los Delinqüentes y Muchachito. De hecho puedes decirles de mi parte, que son objetivo de “Una copa con…”, jajaja. Háblame un poco de este proyecto.
Kiko:
Pues ha sido una experiencia muy bonita… pero muy corta!! Es un grupo en el que participamos Muchachito, los Delinqüentes, Tomasito y yo, y lo único que tiene de malo es que no se puede ver en directo, porque no vamos a hacer gira juntos ni nada, sólo hubo un concierto de presentación. Pero bueno, son amigos, hay muy buena química entre nosotros y eso no llevó a esta colaboración, que ha sido algo esporádico, pero que nos ha gustado mucho a todos.

Myriam: Una curiosidad, ¿cuál es, de tus canciones, la que más te gusta?
Kiko:
Hombre, pues me siento muy orgulloso de “Volando Voy”. Trabajar con Camarón es uno de los mejores recuerdos que puedo tener.

Myriam: He de decirte, que esta charla contigo ha sido una de las más interesantes que he mantenido. Me ha gustado mucho conocer tu punto de vista. Y ya para terminar… ¿con quién te tomarías tú una copa?
Kiko:
¿Una copa? ¡¡Yo con cualquiera hombre!!, jajajaja.


Myriam: ¡Di que si!. Ha sido un placer Kiko, muchas gracias.