sábado, 24 de enero de 2009

Trabajando


Estamos trabajando para mejorar la web. Dentro de poco volveremos renovados para conseguir ser la mejor revista musical de internet. Podéis seguir leyendo antiguas entrevistas en la sección entrevistas.

¡¡Nos vemos pronto!!

El Equipo de Una copa con...

domingo, 21 de diciembre de 2008

Una copa con... Adrede



"El panorama musical está lleno de cosas que no son sinceras, que son productos precocinados"










¿Qué música os gusta? ¿Rock, jazz, funk, flamenco? Bueno, pues todo eso y mucho más se aúna en Adrede, un grupo formado por Sidney (guitarra y voz), Brenes (batería), Dani (bajo) y Javi (guitarra) que acaba de publicar su primer disco y que ha venido para quedarse.


Texto y fotos: Rosalía Sierra.


¿Cómo nació Adrede?
-Sidney: Somos un conjunto de amigos que se reúne para hacer canciones y tocar juntos, hacer música juntos sin más pretensiones, simplemente disfrutar de la música.

¿Qué influencias tenéis?
-Sidney: Cada uno tiene las suyas. De pequeño yo escuchaba mucho flamenco en mi casa, y en Adrede lo he exteriorizado más que en otros grupos en que haya estado anteriormente, que eran más rock. El hilo conductor de todo lo que he hecho antes y lo que hago ahora es cuidar las letras, darle mucha importancia a lo que se dice y hacer algo con voz propia. Luego, el grupo tiene influencias de todo tipo de música. Javi, por ejemplo, que es el nuevo miembro del grupo, ha hecho que las canciones las enfoquemos de una forma distinta porque hemos dado muchas vueltas para adaptarnos entre los cuatro porque él tiene otra forma de tocar. Cada uno aporta su personalidad y todo lo que ha escuchado, desde jazz hasta rock o funk. Hasta música clásica, que a Javi le gusta mucho.

Dani: Oímos de todo, no tenemos especial fijación por algo ni tenemos pretensión de hacer un estilo concreto.

Brenes: Eso se nota en el resultado final. Si cuatro amigos a los que les gusta, por ejemplo, el hardcore, si se juntan harán un grupo de hardcore, pero en este caso todos escuchamos casi todos los estilos de música, toda la buena música, pues el resultado es original.

Y después de toda esta mezcla, ¿cómo definiríais la música que hacéis?
-Sidney: Básicamente es rock, pero con matices. Yo canto las melodías aflamencadas, que es como las siento, la batería y el bajo tienen momentos funk y momentos jazz, y Javi tiene un abanico de estilos muy amplio. Suena a rock, pero con voz propia.

Brenes: Es un sonido muy visceral.

Dani: Lo importante es hacer buenas canciones aportando cada uno lo que sabe.

Antes de publicar el disco todos llevabais mucho tiempo trabajando en esto, tanto juntos como separados.
-Sidney: Sí, todos hemos hecho muchas cosas, tocando para otros o en grupos propios. Adrede se formó hace unos tres años y medio en que hemos tocado bastante mientras sacábamos el disco.

Vuestros productores han sido Pancho Varona, José Romero y Emilio Mercader, no está mal para empezar, ¿no?
-Sidney: Emilio Mercader nos apoyó desde el principio y nos proporcionó un estudio sin saber si íbamos a poder pagar (risas). Luego se sumaron José Romero y Pancho Varona porque les encantó el proyecto y querían participar, debían de tener poco trabajo en ese momento (risas).

¿Creéis que las nuevas redes sociales como Myspace están cambiando la forma de hacer y conocer música?
-Brenes: Internet lo ha cambiado todo, hay mucha gente que pasa muchas horas al día delante del ordenador y aprovecha cuando no le ve el jefe a navegar buscando cosas que le gusten, y por otro lado, desde hace unos años muchos grupos han usado la web para darse a conocer difundiendo su música de forma no lucrativa buscando la respuesta de la gente… para luego lucrarse (risas). En serio, internet es una herramienta muy potente.

¿Con quién os gustaría compartir un escenario?
-Javi: Todos tenemos a alguien con quien nos gustaría tocar, pero que pegue con nuestro estilo es difícil (risas).

-Sidney: Dejémoslo en que con mucha gente, sí.

¿Y con quién no?
-Sidney: Con Andy y Lucas. No por nada, lo que pasa mucha gente ha escuchado temas nuestros y como canto algo aflamencado nos comparan con ellos, y no tenemos nada que ver.

Brenes: Alguna vez hemos participado en galas y programas de la televisión andaluza en que estamos rodeados de ese tipo de artistas, y no nos parecemos en nada. No es que esté mal la música tipo flamenquito, pero nosotros no somos eso, simplemente.

Javi: Yo lo que no soporto son esos cantantes y grupos que parece que sólo están para ganar dinero, que son productos, que oyes sus letras y no dicen nada.

¿Como los de los programas de televisión tipo Operación Triunfo?
-Javi: Sí, algo así.

Dani: El panorama está lleno de cosas que no son sinceras, de gente que se dedica a esto por interés, no porque le guste realmente. Cosas precocinadas.

Javi: Lo que se pretende normalmente es que sea música fácil de encasillar para ponérselo fácil a la gente. Se subestima mucho al público.

Brenes: El púbico elige, pero a veces no tienen muchas opciones.

Sidney, en vuestro disco todas las letras son tuyas salvo un tema en que utilizáis un poema de Lorca, ¿por qué?
-Sidney: A mí me cuesta mucho hacer letras, me encanta pero le doy muchas vueltas y me lleva mucho tiempo, y a veces tengo una melodía que quiero cantar y no se me ocurre una letra, así que echo mano de los poetas, que están ahí. En directo tocamos más adaptaciones de poemas, de Benedetti y de Machado.

Por último, ¿con quién os gustaría tomar una copa?
-Javi: A mí con Charlize Theron (risas).

Dani: Yo no tomo copas. Si eso, un agua o una cocacola con mucha gente. No puedo elegir a una persona, no tengo a nadie tan principal como para elegirlo. Si acaso, con la gente que viene a ver los conciertos.

Sidney: Sí, eso está bien, mola.

Brenes: Con cuanta más gente, mejor. Si estás tomando copas con una sola persona pareces un comeorejas (risas).

domingo, 14 de diciembre de 2008

Una copa con... Yadam

"El apoyo mediático es importante, pero con el tiempo todo cae por su propio peso"








Acaba de presentar su primer disco, Confesión, pero no es un recién llegado a esto de la música. Tras muchos años produciendo, tocando y componiendo para artistas de muy diferentes estilos, Yadam ha dado el salto a los escenarios como solista y ha charlado sobre este momento, su pasado y su futuro con Una copa con.

Texto y fotos: Rosalía Sierra.

¿Cómo empezaste en la música?
-Nací en Cuba, en La Habana, y comencé a estudiar música a los 11 años en la Escuela Nacional de Música de Cuba. Durante toda mi época de estudiante trabajé con muchos músicos cubanos de todo tipo, de jazz a rock, como Carlos Varela, Emiliano Salvador, etc.
Después de graduarme de la escuela comencé a trabajar como productor, de forma un poco particular. Me fui a Belice e hice un proyecto allí de música garífuna y cosas así curiosas. En el 96 me fui a Dinamarca a dar clases en el conservatorio.

¿A Dinamarca?
-Sí, un poco al norte (risas). Fui por un mes y me cogieron para estar siete años. Allí empecé a colaborar en proyectos de jazz, a trabajar con músicos daneses de todo tipo, como Outlandish, que es un grupo de hip-hop. Hace unos cuatro años me mudé a Madrid, y fue cuando empezó a surgir el proyecto de Confesión, el disco que acabamos de sacar.

Antes de publicar tu disco has producido a mucha gente en España, ¿no?
-Mi primera etapa en España fue como autor y músico. He compuesto para varios artistas, como Pastora Soler, y he acompañado como bajista a mucha gente, como Victoria Abril y Concha Buika, un poco dentro del mundo del jazz latino.
Hace un año, aproximadamente, comencé con este proyecto, Confesión, que surgió a partir de canciones que compuse en mis momentos más solitarios, y cuando llevaba tres o cuatro decidí hacer un disco. Ha sido un proyecto que hemos hecho desde el principio entre amigos, casi un proyecto social, hemos trabajado con toda la confianza del mundo, sin la presión de una compañía discográfica o el mercado. Hicimos un disco que nos gusta y nos convence.


En tu disco no sólo compones e interpretas las canciones sino que además tocas varios instrumentos.
-Sí, creo que como ha sido un disco bastante personal, ya en el proceso de creación hay muchas canciones que he compuesto con mi guitarra y he querido llevar esa energía al estudio. Hay canciones que he decidido tocarlas yo mismo porque nacieron así y me parecía una manera más sincera de llevarlas al disco.
Además he querido que fuera simple, sencillo, en cuanto a las interpretaciones y las mezlas. Es un disco más de canciones que musical.


¿Cómo definirías tu música?
-Hoy en día es complicado definir las cosas, sobre todo la música y el arte, porque con el proceso de globalización las cosas están bastante mezcladas. No sé, yo lo llamaría folk acústico, aunque tiene influencias de blues, R’n’B, jazz…

¿En qué te inspiras para componer tus temas?
-El proceso es, la verdad, bastante espontáneo, hay días en que me siento a escribir y sale un buen tema. El disco habla mucho del amor, del desamor, las relaciones humanas, el respeto, la amistad, la familia, los sueños y las esperanzas… No son cosas que hay que atrapar con una vara de cazar mariposas, sino que están muy cercanas a mí. Es un disco bastante autobiográfico, habla de cosas que me suceden día a día.

Después de trabajar en tantos lugares y con tanta gente diferente, haciendo muchos tipos de música distintos, ¿de qué modo surgen tus raíces en este disco, toda la música cubana, la trova, etc.?
-En mi manera de decir las cosas. Hable de la vida, del amor, de las relaciones, hay un punto de vista en mí que dice mucho de mi cultura, de dónde vengo, es una parte innegable de mi música y mi cotidianeidad. Aunque bueno, eso debe decirlo alguien de fuera, alguien que escuche mi música y descubra ese punto, que lo defina yo es un poco ambicioso.

¿Cómo te planteas el futuro? ¿Volverás a producir y componer para otros o quieres seguir tu carrera como solista?
- Yo quiero dedicarme a la música como algo global. Grabar, producir, tocar con otros artistas, colaborar, lo que sea. Aunque ahora mismo mi proyecto tiene una prioridad importante, claro, me haría bastante infeliz pensar que por dedicarme a esto voy a dejar otras cosas.

¿Con quién te gustaría colaborar?
-Hay muchos artistas, Juan Luis Guerra, Juanes, Serrat… Todo artista que ha tenido una lucha con su trabajo y su arte me parece un camino a seguir, un ejemplo, y sería un honor colaborar. Creo que para sacar adelante un proyecto hay que defenderlo, y estos artistas son un icono para mí de este tipo de actitud.

Y en el futuro más inmediato, ¿qué planes tienes?
-Ahora estamos de promoción, el disco acaba de salir y estamos haciendo pequeñas presentaciones en salas para que la gente pueda conocer el disco de cerca, me gusta el contacto directo, la cercanía.

¿Crees que es posible llegar a la gente de esta manera con el aluvión de cantantes que sale cada año de los programas de televisión?
-Yo creo que sí. El apoyo mediático es importante, pero con el tiempo todo cae por su propio peso. Los músicos que están conmigo y yo mismo preferimos un trabajo constante, paso a paso, que las cosas crezcan poco a poco. Es mejor pisar en un sitio firme aunque sea un paso corto a dar pasos muy largos que sean fallidos.


Y para terminar, ¿con quién te tomarías una copa?
-Bueno, tendría que ser un zumo de melocotón porque no tomo alcohol (risas).

Vale, puedes tomar lo que quieras.
-Entonces, me gustaría con todas las personas que me transmitan buena energía y que vean las cosas simples de la vida de la misma manera en que las veo yo.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Una copa con... Irene Vera


Entrevista y fotos: Myriam Apúntate

Myriam: Cuéntame Irene, ¿qué has hecho hasta ahora?
Irene:
Pues me fui a vivir a Madrid hace algo más de cinco años, cuando la música ya formaba parte de mi vida, la verdad, porque desde los cinco años toco la guitarra, he pasado por la escuela de música, con mucho solfeo y muchos dictados… Al llegar a Madrid entré en el coro de la universidad para no desengancharme y tal, y ya al poquito tiempo conocí a “El Rincón Producciones” que es la gente con la que trabajo ahora. Escucharon el material que yo tenía de cuando en Cáceres había estado en varios grupos en los que hacíamos versiones, y les gustó y comenzamos a trabajar. Comencé a tocar en directo por Madrid en muchas salitas, yo sola con mi guitarra, y al poco tiempo fui la ganadora del Certamen Nacional de Jóvenes Creadores. Después grabé un par de maquetas para darme a conocer por más bares y salas, y finalmente el año pasado comenzamos a preparar el repertorio de lo que sería mi primer disco y en marzo entramos a grabar.

Myriam: ¿Siempre tuviste claro que querías grabar un disco?
Irene:
Pues la verdad es que no, yo nunca he sido de las de “mamá quiero ser artista”. De hecho cuando dije en casa que daba conciertos por ahí se sorprendieron muchísimo. Y el tema del disco ha llegado después de hacer muchas cosas antes, después de rodar mucho con la banda, de actuar mucho yo sola con la guitarra… Además fue idea de la oficina, yo me asusté mucho al principio, no me veía preparada, el estudio me intimidaba… Pero claro, era cuestión de avanzar, de no estancarme en los directos. Quería hacer algo que la gente pudiera llevarse a casa.

Myriam: Y desde este septiembre, que fue cuando se puso a la venta el disco, a ahora, ¿notas alguna diferencia en el público que acude a verte?
Irene:
Hombre, la diferencia empieza cuando, por el tema del disco, te toca hacer gira FNAC, presentaciones aquí y allá…, y eso nos ha traído muchos conciertos. Yo antes tocaba tres o cuatro veces al mes y ahora estoy tocando todos los fines de semana empezando ya el jueves. Y claro, hemos hecho mucha promo, hemos dado muchas entrevistas, y la gente viene ya al concierto sabiendo lo que va a escuchar, conociendo tus temas, escuchas que cantan contigo…




Myriam: El hecho de tener un disco en el mercado, ¿te obliga a estar pendiente de las cifras de ventas, o has decidido no prestarle mucha atención a ese dato?
Irene:
Eso, en principio, a mi no me debería importar, jajaja, le debería importar a la oficina, a la productora, que es quien ha puesto el dinero. Yo llevo el dato de los discos que vendo en los directos, pero de todas maneras lo importante no es vender muchos, sino que las personas que los compren se sientan identificadas con tus letras, con tu música, que les guste. El primer disco, al fin y al cabo, es para darte a conocer, es una apertura del camino

Myriam: ¿Y cómo te imaginas el paso de tocar en una salita pequeña, con tu público de siempre, a tocar en un estadio, en un pabellón…?
Irene:
¡Buff! Eso de momento…, a no ser que sea dentro de una gira con una cadena radio, en la que estas con otros artistas… jajaja. El día que llegue el momento la verdad es que me sentiré tremendamente orgullosa, desde luego, porque la verdad estamos trabajando mucho. Y soy consciente de que no te formas una carrera musical en cuatro años, hacen falta al menos veinte para tener una carrera sólida, pero ya estamos dándolo todo, trabajando mucho y sin ver un duro muchas veces, viajando sin parar…, así que cuando llegue el momento de actuar en un estadio lo afrontaré con mucho miedo, con nervios, siempre con nervios porque el día que no los tenga será que algo falla, y sobre todo con mucho cuidado, al fin y al cabo como todos los conciertos, porque nunca sabes dónde va estar tu oportunidad y un escenario, más grande o más pequeño es un escenario y los artistas hemos de tenerle mucho respeto.

Myriam: ¿Decidiste aportar tu granito de arena a la música porque creías que faltaba algo en el panorama musical?
Irene:
Yo creo que en España nunca ha faltado nada, lo que ha ocurrido es que ha sobrado mucho, ese ha sido el problema. En otras partes del mundo, aunque está feo que yo lo diga, la música no está como aquí. Aquí hay mucho intruso en la música, hay gente muy buena que no llega, y gente que no vale nada y que está arriba… ¡lo que hacen el dinero y los contactos!

Myriam: ¿Y qué nos vas a aportar tú, tu trabajo, tú música?
Irene:
Pues yo he venido a aportar lo que soy. De hecho, el repertorio del disco es mi vida en los últimos tres años, lo que me ha ocurrido, lo que he sentido y lo que he dejado de sentir. Un músico tiene que dar lo que es, en el escenario.

Myriam: ¿Los músicos también notáis la crisis?
Irene:
Yo creo que se nota en el hecho de que se venden muchos menos discos, y la mayoría de los que se venden lo hacen en los directos. Tú convences a la gente cuando estas en el escenario, cuando acaban de oírte tocar. Es muy difícil que alguien vaya a una tienda de discos, vea el disco de Irene Vera y diga “vaya, ¿quién será esta chica?, me lo llevo para probar”.

Myriam: La música que tú escuchas, los músicos a los que tú admiras, ¿influyen en tu trabajo?
Irene:
Pues soy muy fan de Los Secretos, de Antonio Vega, me gustan también Luz Casal, Antonio Orozco… E internacionales, pues me encanta Sting, The Police, he escuchado un poco de todo, la verdad, Bon Jovi, REM, Rolling, Rod Steward, Robbie Williams, Alanis, Lucy Silvas… Y bueno, pues creo que si, que me han influido, al menos los músicos españoles que te he nombrado, porque creo que mi música puede ir un poco en esa línea, es un disco muy pop, tiene algún toque de rock, pero es pop en su mayoría.


Myriam: ¿Un deseo?
Irene:
Pues vivir de la música. Que este disco vaya muy bien, y que lleguen muchos más y sobre todo muchos conciertos. Y si no tuviera suerte y mi proyecto no cuajara, pues estoy componiendo ya para otros cantantes, todos muy conocidos y situados ya muy arriba y, bueno, pues al menos seguir componiendo para ellos para que mi nombre siguiera ligado a la música.

Myriam: ¿Y con quién te gustaría a ti compartir risas y una copa?
Irene:
Me hubiera encantado tomármela con Enrique Urquijo, pero bueno, ahora mismo con Antonio Vega, que también merece todos mis respetos… ¡y si mejoro un poco mi inglés pues con Sting! Jajaja.

Myriam: Muchas gracias por todo Irene, te deseo mucha suerte con todos tus proyectos.
Irene:
¡Gracias a ti!

domingo, 23 de noviembre de 2008

Una copa con... Tequila

"Teníamos la escuela del rock argentino, pero lo que nos fue bien aquí en aquel momento, en Argentina probablemente no hubiera ido tan bien"



Entrevista: Marta Pérez y Rosalía Sierra

Fotos de la entrevista: Olga Celma

Fotos del concierto: Marta Pérez



Lo primero que os vamos a preguntar ya os lo han preguntado tantas veces que debéis estar hartos... ¿Por qué os volvéis a juntar?
-Alejo Stivel: No, primero deberíamos contestara por qué nos separamos.
-Ariel Rot: No, con eso termina la entrevista (risas).
-Alejo: Yo creo que básicamente fue por las ganas de juntarnos, de divertirnos y de ver si todavía había química.
-Ariel: Hay motivaciones comunes y personales, por ejemplo Alejo estuvo veinticinco años sin salir a tocar y me imagino que ganas de subirse a un escenario siempre quedan. Yo tenía ganas de volver a tocar este repertorio, volver a ejercitar el rol de guitarrista, sabía que iba a ser divertido y también productivo para volver a retomar el contacto con el instrumento.




Y ¿qué sentiste al volver a subir al escenario, Alejo?
-Alejo: A un kilo de sensaciones por año, multiplicado por 25 años... son muchas sensaciones: nerviosismo, pánico por momentos, excitación y alegría. Es una mezcla inmensa y difícil de explicar.

¿Cómo hicisteis la selección del repertorio?
-Ariel: Los conciertos que hacíamos con Tequila eran muy cortos y no tocábamos tantos temas como ahora, así que retomamos prácticamente todos los que solíamos tocar. Y el resto, pues muy sencillo: son cuatro discos, con once temas por disco más o menos, o sea, cuarenta y cuatro canciones para elegir. Las escuchamos y fuimos apuntando cuales podrían funcionar y las que nos apetecía hacer, y fuimos trabajándolas en el local, haciendo la última criba. Intentamos también atrevernos con temas que no habíamos tocado en directo y que no eran rock 'n' roll trepidante, ya que Tequila solo tocaba rock en directo, eran conciertos muy cortos y enérgicos, cincuenta minutos de puro rock 'n' rol. Ahora hemos metido El barco, por ejemplo, alguna balada; lo hemos adaptado un poco más a los tiempos.

¿Y cómo os planteáis defender unas canciones compuestas por unos chicos de dieciséis años?



-Alejo: Seguimos teniendo dieciséis años (risas).
-Ariel: Son buenos rocks, son muy redondos y muy bien hechos. Con la edad se les puede sacar incluso más partido, más chicha, y ponerles más música de la que le poníamos hace veinticinco años; son canciones muy agradecidas de tocar. Seguimos tocando canciones de gente que también tenia dieciséis años cuando las compuso, como temas de los Stones, de Chuck Berry, de Eddie Cochran, eran tipos jóvenes que hicieron temas que siguen siendo clásicos que apetecen tocar si te gusta el rock.
-Alejo: Los Beatles tienen toda una primera época con una temática muy simple, muy juvenil y uno la canta y no piensa en las letras, porque ya están como impregnadas en el aire, no pertenecen a nadie y son casi una convención literaria.
-Ariel: Es un repertorio más para vivir el directo, la tocata, la energía, y no para estar concentrado en lo que estás diciendo. Es otro tipo de enfoque en la interpretación.

¿En qué os basasteis para elegir al resto de la banda?



-Alejo: Con el bajista [Mac Hernández] nos fijamos más que nada en el look, no nos importaba cómo tocara (risas).
-Ariel: Candy Caramelo se lo puso muy complicado... (risas). En serio, buscábamos una banda que fuera creíble, era lo más importante en este regreso, que no se acercara al patetismo. Entonces buscábamos músicos que conocían el lenguaje, que conocían a Tequila y que siempre hubieran tocado rock. Bueno, aunque Daniel Griffin [batería] se dedica a la canción infantil, hace discos para niños buenísimos, rock para niños, o sea que lo de Tequila es muy adulto para él (risas).
-Alejo: En cierto modo, buscábamos también gente que tenía una cierta cercanía con nosotros y que no fueran músicos mercenarios.

Antes comentabais que buscabais volveros a juntar para ver si había esa química, supongo que la sigue habiendo y que habéis logrado que también la haya con los nuevos integrantes de la banda...
-Alejo: Sí, perfectamente, la verdad es que a veces decimos que es como si fueran miembros fundadores, nos sentimos totalmente cómodos con ellos y ellos con nosotros.

Y ¿cómo notáis al público?
-Alejo: Fantástico, la verdad es que sí, notamos que se lo pasan bien y que hay mucha conexión.

Hay gente de todas las edades, ¿no?
Alejo: Sí hay gente mucho más joven de lo que pensábamos y algunos más viejos.

Hemos visto fuera a un padre que iba con su hija de ocho años, y unos chicos de la radio le pidieron a niña que dijera unas palabras y ha dicho "¡Viva Tequila!".
-Ariel: ¿Ah sí? Es genial, ¿no? En cierto modo nosotros también compartíamos con nuestros padres algo así, con determinados artistas que no eran precisamente rockeros, y la verdad es una práctica muy saludable que la familia vaya junta a los conciertos.

Empezásteis la gira con diez conciertos programados y ahora habéis duplicado la cantidad…
-Ariel: Si, y serán más. De momento tenemos bolos hasta 2009, imagínate.

Antes de disolver el grupo habíais grabado una maqueta con temas para un nuevo disco. ¿Qué ha sido de esas canciones?
-Ariel: Algunas se editaron en una especie de recopilación hace unos años y otras quedan por ahí. -Alejo: Ariel editó alguna.
-Ariel: Sí, utilicé alguna letra en algún disco mío. La verdad es que no era un material especialmente tequilero, por eso creo que finalmente nunca salió, porque era un momento, en que, en cierto modo, la parte creativa del grupo ya estaba muy disgregada, era poco homogéneo. Hasta entonces, los discos de Tequila habían sido temáticos, casi conceptuales.

¿Cómo fue la disolución del grupo? ¿Se planteó o fue imprevista?
-Ariel: Yo creo que estábamos pasando un momento de poca actividad, había mucho desgaste y mucha indiferencia, y para un grupo como Tequila la indiferencia era una situación muy dura, casi letal; habíamos sido el centro de todas las miradas y de repente percibimos por primera vez y de muy chicos lo que era la indiferencia del mundo, como dice el tango.

¿Cómo se formó el grupo?
-Ariel: Éramos un dúo, Alejo y yo componíamos juntos como una parte más de nuestros juegos infantiles, cuando nos aburríamos de jugar a fútbol componíamos, y de hecho algunas canciones de esas salieron en el primer disco.
-Alejo: Por ejemplo, Necesito un trago, que dice estoy aquí en Madrid muy aburrido, inicialmente decía estoy en Buenos Aires muy aburrido y se adaptó. La verdad es que uno se puede aburrir perfectamente en cualquier ciudad (risas).
-Ariel: Cuando nuestras familias decidieron venir pensamos que iba a ser fácil encontrar una banda aquí, y no sé por qué lo pensábamos, cuando realmente era muy difícil encontrar músicos.
-Alejo: Teníamos la suficiente inconsciencia como para creer que íbamos a llegar a España e íbamos a arrasar, a ser muy conocidos y triunfar.



Y así fue... ¿No?
-Alejo: Sí, pero justo coincidió que llegamos a un sitio que estaba necesitando eso que nosotros teníamos, pero podía no haber sido así.
-Ariel: Y después tuvimos la suerte de que había pocos músicos de rock, pero los que había, no tenían especialmente la estética y el gusto de Tequila, era otro tipo de rock. Encontramos a Felipe y a Julián, que todavía estaban un poco perdidos buscando y también eran muy jóvenes e inmediatamente asimilaron y se contagiaron de ese espíritu y de ese proyecto.

Vosotros vinísteis a España con vuestras familias, huyendo de la dictadura argentina...
-Alejo: Sí, nosotros éramos muy chicos pero pertenecíamos a familias que estaban perseguidas por la dictadura.


¿Y cómo fue la llegada a España, qué sentisteis?
-Ariel: Lo primero fue la sensación de libertad, de poder salir a la calle sin miedo, ver pasar a la policía y no empezar a temblar, no sentirte perseguido a cada instante que pisabas la calle, incluso también en tu casa. Y luego la suerte de enganchar justo ese momento tan especial y tan espectacular que fue el gran cambio, fue una maravilla, no sólo éramos espectadores sino que participamos y fuimos protagonistas, era algo impensable. Yo creo que fue un momento histórico bestial vivir eso en un país.

Musicalmente también era algo diferente, porque el rock argentino en los años 70 no tenía nada que ver con la música que se estaba haciendo aquí.
-Ariel: Sí, el rock argentino tiene como otra historia totalmente distinta, que aquí quizá si no hubiese existido el franquismo podría haber pasado también. Argentina no estaba cercada por una situación política, pero estaba en el culo del mundo y estamos hablando de una época en la que conseguir discos e información era muy difícil; eso ayudó a que en Argentina haya una voz muy propia, muy personal y, al mismo tiempo, yo creo que como el argentino es muy viajero la gente iba trayendo música como tesoros, de Brasil, de Los Ángeles, Nueva York, y se fue generando todo eso. El rock nacional argentino es un movimiento, que ya en el año 67 o 68 era sólido: nosotros vinimos en el 76, por lo que ya estaba en una fase muy avanzada, había dejado de ser un rock inocente y juvenil y se había convertido en algo muy poético, muy lírico, muy intrincado, muy progresivo. Cuando nosotros nos vinimos a España a mediados de los 70 teníamos la necesidad de volver a lo básico.

-Alejo: Es curioso, porque teníamos esa influencia y esa escuela del rock argentino, pero lo que hacíamos no era exactamente lo que se hacía en Argentina, desarrollamos un poco para otro lado esa base y lo que nos fue bien aquí en ese momento, en Argentina probablemente no hubiera ido tan bien.
-Ariel: Era como un subgénero ese rock tan básico, el rock cuadrado se llamaba, y estaba un pelín desprestigiado en esa época. En Argentina tardó mucho en llegar punk, a mediados de los 80, y empezó a cambiar e incorporar el humor y la desfachatez. Antes era todo muy serio, muy trabajado y complejo, con maestros que lo han hecho muy bien. Charly García con La máquina de hacer pájaros, Spinetta con Invisible o Pescado Rabioso era una pasada, pero un desafío demasiado grande para empezar, tener eso ahí arriba pesaba, y creo que venir aquí nos permitió tener una especie de liberación.

¿Con qué músicos os gustaría compartir escenario?
-Ariel: ¿Del panorama nacional?

O internacional, da igual...

-Ariel: Pues con Otis Reading, por ejemplo. No estaría mal ¿no? Estamos trabajando en ello (risas).

Y para terminar... ¿Con quién os tomaríais una copa?
-Ariel: Lo que pasa es que la mayoría son exalcohólicos (risas).
-Alejo: Bueno también puede ser una copa de leche.
-Ariel: Pues con Tom Waits o Lou Reed, que ya no beben.
-Alejo: Yo me tomaría una copa con Obama.
-Ariel: Sí, escuchando jazz.
-Alejo: No, mejor hip hop (risas).



Gracias por prestarnos un ratito de vuestro momento de relax antes de un concierto, que vaya muy bien.
-Ariel y Alejo: Gracias a vosotros.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Un concierto con... Andrés Suárez

El pasado 20 de septiembre, actuó en Albox (Almería) Andrés Suarez.

Andrés se tomó ‘una copa’ con nosotros (con Sonia exactamente), hará un año aproximadamente, y ya desde el primer momento que comencé a escuchar las canciones de ‘Maneras de romper una ola’, su disco de presentación, entendí que estaba ante uno de los artistas más talentosos dentro de la canción de autor.Así que sólo faltaba escucharlo en directo, y aunque se ha resistido ese momento, finalmente vino a suceder donde menos lo esperaba, cerquita de casa…

Días antes hablamos y quedamos, lo recogí a eso de las siete de la tarde, y por delante, una agradable horita en coche charlando, contemplando el paisaje western, y una puesta de sol… distinta a la de otros lugares de España, comentó Andrés...

A la llegada, prueba de sonido… rápida, y sin problemas. Ahí me llamó la atención el sonido de su acústica Takamine, madre mía cómo suena esa guitarra… sin duda, mereció la pena la reparación costosa que tuvo que hacerle no hace mucho por un percance.Posteriormente, marchamos para el hotel, y mientras Andrés se duchaba y se ponía guapo, (yo ya lo estaba jeje…) le esperé tomando una cañita.

Al volver, más cañitas, y a ‘tapear’, que por algo estamos en Almería! Andrés reconocía lo agradecida que es su profesión, sentados en una terraza al fresquito… tuvimos tiempo para hablar de todo, de música, de canciones, discográficas, de ilusiones, de miedos, de esperanza, de amor, de desamor… “No tenemos ni puta idea del amor…” (risas)


A eso de las doce, la luz del escenario se hizo más tenue, y comenzó a entonar los primeros versos de uno de sus temas, puede que fuera ‘Marinero’, y digo puede que fuera, porque realmente no iba con la idea de hacer una crónica lo más rigurosa posible, más bien con la idea de escuchar y disfrutar de un concierto muy esperado.


Desde ese momento, un ambiente sentimental y cautivador se apoderó de cada esquina del local, de sus frías paredes, que se hicieron cálidas… de cada corazón solitario, de cada pareja que se besaba…A mitad del concierto, un momento especial para mí… Andrés me invitó a cantar con él ‘Aún te recuerdo’… una maravilla de canción en todos los aspectos, sus acordes profundos y abiertos, y una letra que encadena sentimiento tras sentimiento, echándote de menos...

Después, continuó el desfile de buenas canciones con ‘Números cardinales’, ‘No te quiero tanto’, ‘Luna de Santiago’… también hubo alguna versión, como ‘Lucha de gigantes’ de Antonio Vega, y para acabar ‘A oscuras’…

En fin, un lujo para los sentidos, especialmente para toda aquella gente ‘rara’, que prefiere unas letras con fondo y contenido, entrelazadas además con una voz tremendamente cálida, antes que el típico y machacón estribillo que no dice nada, y que suena con demasiada frecuencia en la radio…

Así que desde Una copa con… recomendamos un concierto de Andrés Suarez, sin duda, un lujo para el alma.

Justo Mullor

domingo, 2 de noviembre de 2008

Una copa con... Carlos Tarque

El pasado jueves 30 de octubre de 2008, Una copa con estuvo en el concierto que ofrecía en Barcelona Mclan, una de las bandas mejor consideradas hoy en día en el Rock español. Tras un largo descanso desde el que fue su último disco, aterrizan en la ciudad condal, despues de unos meses de rodaje, a presentarnos su octavo disco Memorias de un espantapájaros. Estuvimos hablando con Carlos Tarque y esto fue lo que nos contó...

















Entrevista y fotos del concierto
:
Marta Pérez

Fotos de la entrevista:
David Grau


"El mejor momento es cuando te encuentras con las primeras críticas a la hora de presentar el disco y ver la respuesta del público. Luego viene la gira y se disfruta de la gira"









Estáis presentando vuestro último trabajo: Memorias de un espantapájaros... ¿Cómo ha sido el proceso de elaboración del disco?
-Hemos empleado 3 años en el proceso de composición, desde 2004 que sacamos Sopa fría, con la idea de apartarnos del fantasma de los singles, de las ventas y de las emisoras comerciales. Tuvimos una experiencia en el pasado y ahora estamos en una especie de “pequeña crisis musical”. A partir de ahí desarrollamos la música, empezamos a componer para el disco y de una serie de textos que yo tenía escritos sacamos las letras. Ésa es la diferencia que marcamos con los otros discos, ha habido un cambio de temática: este trabajo es un tanto más melancólico y profundo.

Dices que habéis hecho la música y luego la letra. ¿Es la manera más fácil de componer?
-Sí en este caso, que ya había letras escritas que me han ayudado bastante, pero normalmente hacemos primero la música por un lado y la letra por otro.



¿Qué hacéis con las canciones que no se incluyen en un disco? ¿Las guardáis, por si acaso se pueden poner en otro?
-Sí, pero no por si acaso, las guardamos porque son canciones que, mejores o peores, ahí están, pero no nos gusta lo de “por si acaso”, porque si no merecen la pena para un disco no tienen por qué merecerla para un futuro.

Bueno, no quiere decir que no merezcan la pena, también puede ser que se hayan descartado porque hay demasiadas…
-Sí, porque hay demasiadas o porque no encaja, pero tenemos un montón de descartes, que algún día quizás se editen como rarezas, pero yo creo que lo honesto es poner lo que estás haciendo en el momento, no rescatar un tema que a lo mejor tiene ocho años.

¿Cómo ha respondido el público? Yo creo que bien ¿no?
-Pues muy bien, muy bien. De entrada ya cuando salió el disco la crítica fue muy buena, lo que en un principio nos mosqueó, pero en general muy bien. Hay gente que dice que es nuestro mejor disco, yo no sé si es así, y tampoco me interesa, lo que si sé es que hemos hecho el disco más sincero posible y más honesto y ha funcionado bien con el público y con las ventas, para el tiempo que llevamos hemos vendido ya treinta mil discos a día de hoy. La verdad es que está bastante bien.

¿Cuál es el momento que más se disfruta de un trabajo?
-El mejor momento es cuando te encuentras con las primeras críticas a la hora de presentar el disco y ver la respuesta del público. Luego pues viene la gira y se disfruta de la gira, sobre todo los días como hoy, en los conciertos señalados, como son los que hacemos en las capitales importantes y ver que se ha llenado la sala. No sé, es una satisfacción.




Mclan ha colaborado y compartido escenario con muchísimos artistas… ¿Hay alguno con el que te hayas quedado con las ganas de colaborar?
-Sí, evidentemente, con muchísimos ídolos, me encantaría tocar con los Rolling Stones, pero no sé si prefiero ir a ver el concierto o compartir escenario, porque normalmente esas experiencias no siempre son tan buenas. Por ejemplo, hace poco estuvimos con Ben Harper y no creas que fue una buena experiencia, porque compartimos escenario con él pero no le pudimos conocer. Con Bon Jovi también nos pasó.

¿Y que hacéis cuando no estáis de gira, en vuestros ratos libres? Si es que tenéis, claro
-Sí, alguno tenemos.

¿Y qué te gusta hacer?
-Muchas cosas: viajar, leer, vivir, comer... De todo, yo creo que lo que le gusta a todo el mundo.

¿Nos recomiendas algún libro que hayas leído últimamente?
-Bueno últimamente estaba leyendo un libro que me regaló una chica en un concierto, de Soledad Puértolas, y era bastante melancólico. Otro que he leído hace poco es uno de Graham Green, un novelista inglés que no conocía y bueno, así voy conociendo escritores, la verdad es que no tengo ninguna tendencia, simplemente disfruto de lo que leo y lo que cae en mis manos.

¿Tienes mucho tiempo para leer en los viajes no?
-Sí, y me gusta mucho leer, la verdad.

Pasando de la lectura a la música… ¿Qué momento crees que está atravesando el rock?
-Uno más de los muchos que ha atravesado, no creo que sea un mal momento para el rock, ni que sea un momento maravilloso, simplemente está ahí. Siempre ha habido grupos de rock, aunque ahora quizás están más de moda otras tendencias como la música electrónica, que también pasará de moda. No es que crea que el rock tenga que estar de moda, sólo tiene que estar siempre ahí.



El rock no muere, ¿no?
-Yo creo que no.

Bueno y para finalizar, dinos con quién te gustaría tomar una copa.
-¡Uf! Con muchísima gente, no sé, con alguna chica guapísima, por supuesto (risas). Supongo que con cualquier artista o cualquier persona interesante y que sea buena persona, tampoco tengo alguien en mente ahora, pero si tuviera que ser alguien que me atrae mucho, pues sería con Faye Dunaway en los años 70, por ejemplo.

Muchas gracias por dedicarnos tu tiempo, Carlos
-Gracias a vosotros

lunes, 27 de octubre de 2008

Una copa con... Berto Romero

Tras las fiestas del Pilar de este año, se celebró en Zaragoza el "Ja, ja Festival" con un cartel de lujo, que incluía la actuación de Berto Romero, también conocido por el público televisivo como "el sobrino de Buenafuente".
Berto es genial. Tuve la oportunidad de charlar con él ese día y me pareció un crack.

Os dejo aquí nuestra copa para que le conozcáis un poco más.


Berto... ¡un placer!





Entrevista: Myriam Apúntate


Myriam: Bueno Berto, al fin contigo, me alegro mucho de conocerte. Me lo he pasado genial este verano viéndote en televisión, y tenía muchas ganas de poder conocerte y charlar contigo, te agradezco mucho que hayas preparado esta cita tan rápido.
Berto:
Normalmente digo que no a las entrevistas y tal porque estoy un poco cansado de ellas, siempre acaban preguntándome lo mismo. Pero leí el mail que me enviaste y me pareció algo muy interesante lo vuestro, y como no tenía nada programado durante la prueba de sonido…

Myriam: La verdad es que me ha sorprendido lo de quedar “durante la prueba de sonido”, no sabía que los monologuistas también hacíais este tipo de pruebas.
Berto:
Es que también canto. Mira, en el bolo hago monólogos, canto y además llevamos un guitarrista y proyectamos imágenes, por lo que hay que montar la proyección, preparar los diferentes tipos de luces… Es algo muy curioso, yo estoy muy contento con el espectáculo este la verdad.

Myriam: Creo que empezaste con todo esto de los monólogos, el teatro y tal sobre el ’98, aunque por aquel entonces todavía de forma un poco amateur. Es en el 2001 o 2002 cuando empieza a tomar forma este espectáculo que hoy vamos a ver, “La apoteosis necia”, y a volverse todo ya más profesional, ¿has podido vivir sólo de esto desde entonces?
Berto:
No, ¡qué va! Yo trabajaba en una oficina, ¿conoces la agencia Reuters?, bueno pues trabajábamos para esta gente.

Myriam: Entonces, ¿eres periodista?
Berto:
Soy semi-periodista. He trabajado como periodista, pero la verdad es que no tengo la carrera acabada, porque ya una cosa se empezó a comer a la otra.
Yo estaba en mi oficina las 8 horas, y luego, a lo mejor los viernes, hacíamos alguna actuación. Después nos salió una oportunidad en la radio, una colaboración muy pequeña, que a veces me tenía que escribir estando en la oficina. Jajaja, ¡si se hubiesen enterado me hubiesen crujido fuerte! Luego ya nos propusieron un programa de radio y pude dejar ese trabajo, pero fue todo gracias a la radio.

Myriam: Entonces hacías teatro, radio, y de la radio salió lo de la tele… ¿siempre has apostado por registros cómicos?
Berto:
Si, si.

Myriam: ¿Y no te ves en otro tipo de registro?
Berto:
No, ¿para qué? Si puedes, haces lo que te gusta, ¿no?, y en mi caso es así. Vamos a hacer un programa, ¿de qué? De humor. Vamos a hacer una obra, ¿de qué? De humor. No me ha salido nunca hacer otra cosa.

Myriam: ¿Qué le ocurre a una persona que trabaja como humorista, cuando conoce a nuevas personas?, ¿es inevitable que te miren continuamente, esperando a que les hagas reír?
Berto:
Claro, y luego se decepcionan muchísimo. La verdad es que muchas veces tengo la sensación de estar siempre a prueba, porque parece que cuando estoy hablando con alguien, tenga que ser súper ingenioso todo lo que diga, y al final es agotador.
A los cómicos además, nos sucede que, cuando no estamos trabajando, somos un pelín más serios de lo que seríamos si no nos dedicásemos a esto, porque claro, es como que esa faceta de tu vida la tienes ya tan bien cubierta y tan potenciada... Es como si tú eres… no sé… cirujano, y en fin de semana no te apetece operar a nadie… Bueno, quizás la comparación no es la mejor, pero me entiendes, ¿no?

Myriam: Jajaja, si, te entiendo. Yo lo he pensado alguna vez de los ginecólogos, y por favor que no se me enfade ningún ginecólogo, pero… si, por ejemplo, un albañil no quiere ni ver un solo ladrillo más al llegar a casa… ¿serán buenos amantes los ginecólogos?
Berto:
¡¡Jajaja!! Claro, yo cuando salgo con mis amigos a tomar algo, me gustaría reírme a mi de las cosas que dijesen ellos, no ser yo la fuente de las risas, porque eso ya es mi trabajo.





Myriam: ¿Y a ti qué te hace reír de forma espontánea?
Berto:
Pues supongo que lo que a todo el mundo. A veces me parto de risas con cosas, que si te las cuento es probable que a ti no te hagan nada de gracia. Y en cuanto a humoristas y tal, lo que me pasa es que, por deformación profesional, cuando veo el trabajo de un compañero, lo analizo más, me fijo en los trucos, en sus recursos, en la fórmula que utiliza… y eso a veces me separa un poco. Por eso te digo que me río más con cosas que no son propiamente humorísticas, incluso a veces me río de cómo han tratado una noticia en los informativos, una noticia que parecía seria y con la que yo me mondo.

Myriam: ¿Y que no te hace ni pizca de gracia?
Berto:
La gente que se toma muy en serio a sí misma, me pone un poco de mal rollo. Este tipo de gente que se toma muy en serio lo que hace, que no es capaz de verse a sí misma con un poco de ironía, que se lo toma todo demasiado en serio…

Myriam: ¿Ha habido alguien que se haya molestado alguna vez con alguna broma tuya?
Berto:
No, yo en eso he tenido mogollón de suerte. Nunca he percibido ninguna reacción contraria, nada tipo “ostias, pues eso me ha molestado”… Aunque tampoco hacemos un tipo de hum… Bueno si, a veces lanzamos alguna que otra patada, pero no, no se ha molestado nunca nadie.

Myriam: En el programa de Buenafuente, ¿te encargas sólo de tu sección, o colaboras en todos los apartados del programa?
Berto:
Soy guionista del programa en general, pero la verdad es que el guionizar mi sección ya es lo que más trabajo me da y a veces sólo puedo hacer eso.

Myriam: ¿Conocías ya a Buenafuente antes de trabajar en su programa, te gustaba su trabajo?
Berto:
No lo conocía personalmente, y la verdad es que en televisión tampoco le había visto mucho, pero me enganchó muchísimo cuando hacía radio en Cataluña con El Terrat. Tenía un programa de radio que era fabuloso, te hablo del año ’95 o por ahí. Era un programa espectacular que nos tenía enganchadísimos a la radio.

Myriam: Y quién disfruta más ahora en el programa… ¿vosotros haciéndolo, el público, Joan Eloy, que se parte cada dos por tres…?
Berto:
Jajaja. La verdad es que nosotros nos lo pasamos muy bien. Andreu por ejemplo me consta que se lo pasa muy bien con mi sección, porque la verdad es que yo la preparo para que se ría él básicamente, bueno, para que se ría todo el mundo, claro, pero él en concreto no sabe nunca lo que voy a hacer y entonces me pongo como reto diario el hacer que se parta de risa ahí mismo

Myriam: ¿Ha cambiado mucho tu vida este último año?
Berto:
¡Uff! Mogollón, mucho, mucho, mucho.

Myriam: ¿Y todos los cambios han sido positivos?
Berto:
Si, en principio si. Luego obviamente ha habido cambios que simplemente han hecho mi vida diferente, ni para mejor, ni para peor, diferente.

Myriam: ¿Puedes salir a la calle, irte de copas… o la gente se pone a veces demasiado pesada?
Berto:
Puedo salir a la calle, puedo ir de copas, pero ya no estoy tan tranquilo como antes. Si es cierto que a veces alguien se ha puesto demasiado pesado, y lo único que puedo hacer es tratar de ser lo más diplomático posible y marcharme en cuanto pueda. No me apetece ponerme a malas con nadie, primero porque no sería plato de buen gusto para mi y segundo porque te buscas la ruina por un mal día.
Siempre se ha dicho que la fama cambia a las personas, pero también es cierto que no ha de ser obligatoriamente porque yo cambie mi forma de ser, sino por la gente cambia su comportamiento contigo radicalmente, por el hecho de que salgas por la tele, y eso hace que tu tengas que cambiar de costumbres, no te queda otra.

Myriam: Has tenido la suerte de trabajar en radio, televisión y teatro… ¿hay muchas diferencias?
Berto:
Mira, una de las cosas buenas que tiene el programa de Buenafuente, es que se hace en directo ante un público de 200 personas, entonces a veces la sensación es muy parecida a la del teatro. Pero claro, todo son medios diferentes.
La radio por ejemplo te enamora. A todos los que hemos trabajado en la radio nos ha ocurrido lo mismo, que nos ha costado mucho dejarla, pero tienes que hacerlo porque la televisión te engulle.
Tú estas en la radio y dices: “Aquí tengo una máquina del tiempo, que va a llevarnos a la Edad Media”. Y le das a un botón, se oye un sonido, y esa es la máquina del tiempo, luego pones algo de música medieval y un sonido de cascos de caballos y ya estas en la Edad Media. Ahí el trabajo está en la mente del oyente, y eso es muy bonito.

Myriam: ¿Podrías elegir uno de los tres medios?
Berto:
Esa pregunta estoy tratando de erradicarla de todas las conversaciones…

Myriam: Jajajaja, doy por hecho entonces que no soy la primera que te la hace…
Berto:
Es que no veo la necesidad de elegir. Es como si a ti te gusta Play, y te gusta jugar a tres juegos. Pues en mi caso la Play es la idea de expresarme, que me encanta, y la radio, el teatro y la televisión son cada uno de los juegos. Con la radio me lo pasé muy bien, llegué a unas fases muy altas, pero ahora juego tanto a la tele que no me da tiempo a seguir jugando.
Oye, ¡qué bien me ha quedado esto!, ¡qué guay!, jajaja.

Myriam: Si, bueno, yo no he cogido el mando de una Play en la vida, pero te acepto la metáfora.
Berto:
Si, es verdad es más para chicos…
Myriam: Bueno, bueno, tampoco te columpies…
Berto: ¡¡Jajajajaja!!



Myriam: ¿Algún otro hobby?, ¿cine, música…?
Berto:
No soy muy aficionado a escuchar música, aunque si es cierto que tengo mis debilidades, como por ejemplo Frank Sinatra, que me encanta. Además me consta que a otros cómicos también les gusta mucho, como a Santiago Seguro. Pero por lo demás no es que pueda decirte que esté al día en las tendencias musicales, voy descubriendo discos, los voy saboreando y ya está. Que, por cierto, el último que me encantó fue el de Carmen París, que es paisana tuya. Vino al programa, escuché el disco y me pareció bárbaro.
Pero en cine ya es otra cosa, soy súper cinéfilo. En mi sección del programa, siempre que puedo meto frases o guiños a películas. Me gusta mucho el buen cine.

Myriam: ¿Me recomendarías una peli?
Berto:
Mmmmm… Woody Allen dijo en una de sus pelis que, al menos una vez cada seris meses, ha de ver “Cantando bajo la lluvia” para poder mantenerse optimista, yo creo que eso resume muy bien la peli. Te recomendaría verla.

Myriam: ¿Y dónde vamos a poder verte a partir de ahora?
Berto:
Pues seguiré con Buenafuente en esta nueva etapa, seguiré interpretando la obra con mi compañía “El Cansancio” y ahora vamos a hacer una gira por teatros Buenafuente, Corbacho, el Follonero y yo mismo, que promete estar muy bien.

Myriam: Y al fin la pregunta que hace honor a la filosofía de nuestro blog… ¿con quién te tomarías una copa?
Berto:
Pues con alguien a quien quisiese, con mis amigos… No soy muy mitómano, supongo que con cualquiera que me resultase interesante.

Myriam: Pues como nosotros. Muchas gracias Berto… una curiosidad ¿cuántas de las cosas que te he preguntado te han sonado repetitivas?... ¡aparte de que te he querido hacer elegir entre cine, teatro y televisión! Jajaja.
Berto:
Jajaja, la verdad es que sólo esa y la de “¿qué proyectos tienes?”…
Myriam: ¡Encima de que pretendo hacerte promoción desde nuestra página te quejas!
Berto: ¡¡Jajaja!! Es broma, ha estado muy bien.

domingo, 19 de octubre de 2008

Una copa entre...Enrique Cabezón (Kb), Carmen Beltrán y Sonia San Román

Después de celebrar el IV Festival poético Agosto Clandestino tuve el placer de tomarme un descanso y unas cuantas cervezas en casa de los siempre hospitalarios poetas y buenos amigos míos Enrique Cabezón (Kb) y Carmen Beltrán.

Os dejo aquí una muestra resumida de lo que fue un intento de entrevista hacia mi persona y terminó convirtiéndose en una charla literaria.


Charla: Carmen Beltrán, Enrique Cabezón y Sonia San Román

Fotografías: Héctor Alarcia


Kb (a Sonia). Una poeta con tres libros publicados ya ha vivido momentos mágicos, bonitos a lo largo de su trayectoria pero, ¿cuál es el momento que destacarías como el más especial de tu carrera poética?
Sonia. Pues sobre todo recuerdo dos con especial emoción: el primero fue el momento en el que Sabina me dedicó una canción mientras daba un concierto en mi pueblo y, el segundo, el día en que Pancho Varona me envió el archivo sonoro con uno de mis poemas musicados.
Kb (a Sonia) Y ¿cómo entraste en el proceloso mundo de la literatura?
Sonia. La verdad es que no tengo recuerdo de entrar sino de estar siempre ahí. Lo que ocurre es que escribes desde siempre pero no piensas que las cosas van a llegar donde ahora están. Las cosas van surgiendo poco a poco. Al final la vida siempre te lleva al lado de otros extraños seres humanos que, como tú, se dedican a escribir y ahí comienzan a formarse grupos o generaciones o como queramos llamarlo que caminan a la par.
Carmen (a Sonia) Pero tú has escrito desde siempre, ¿no?
Sonia. Sí, desde siempre, desde niña. Aunque cada edad tiene su forma y su temática. De pequeña escribía cuentos, poemas edulcoradísimos con mucha rima dedicados a los primeros amores adolescentes. Pero sobre todo recuerdo que mi bisabuela ya me utilizaba como pequeña rapsoda de sus versos. Ella escribía poemas de regalo para las celebraciones familiares y yo los recitaba como un repollo. Lo más probable es que todo esto me resulta tan familiar gracias a ella.
Kb (a Sonia) ¿Qué significa para ti la poesía?
Sonia. Uf, es una pregunta difícil. No sabría qué decirte. Tal vez la poesía sea una forma de tomarle el pulso a mi vida. Es el medio que hace que pueda ver qué hay debajo. Lo que extrae la esencia de las cosas importantes.

Carmen (a Kb y a Sonia). ¿Y por qué habéis escogido la poesía y no otro género?
Kb. Yo creo que es una lotería.
Sonia. Para mí no sé si es una lotería, lo que sí que es cierto es que cuando tengo necesidad de escribir la poesía es lo primero que acude al rescate. Es lo más urgente.
Carmen. Pero no sabemos darle una explicación racional, ¿verdad?
Kb. Yo creo que sí, que es sencillo. Si tú necesitas escribir y necesitas preguntarte de qué manera eso ya no está siendo un impulso sino algo mecánico, forzado y fingido. Ojo, que no me parece mal. Pero es otra cosa. Yo no me planteo por qué escribo sino que simplemente lo hago.
Sonia. Pero, ¿por qué poesía?
Kb. Pues porque me lo pide el cuerpo, es una lotería. Lo más probable es que escribamos poesía por fingir, porque creamos que la poesía está mejor vista y se folla más (risas). Kb (a Sonia). ¿Qué poetas, escritores o artistas han marcado tu cocina literaria y también tu propia vida?
Sonia. Yo creo que influye todo lo que uno lee. Tanto lo que a uno no le gusta, para no seguir por ahí, como lo que en un determinado momento marca un antes y un después. De adolescente me encantaba Bécquer por aquello de los primeros amores. Después Neruda y sus Veinte poemas y gracias a la carrera de Filología y a los años que han pasado pues cosas tan dispares como libros de
literatura medieval, poetas del siglo de oro a los que nunca me hubiera acercado por iniciativa propia, novela realista, naturalista, Rubén Darío, Juan Ramón, la Generación del 27, José Hierro...¡Tantos! Pero sin duda, lo que más me ha influido para escribir como escribo es el haber tenido la suerte de conocer a autores vivos a los que admiro. Por ejemplo a mí me encantó conocer a Eva Vaz, a David González, a José Hierro, a Tundidor o a vosotros mismos sin ir más lejos.

Kb (a Sonia). ¿Cómo es tu proceso de escritura? ¿Cómo trabajas para concretar el poema?
Sonia. Soy caótica e impulsiva. Puedo estar una temporada larguísima sin escribir y otra en la que no paro de hacerlo. Creo que he abierto un blog para obligarme a trabajar los textos de manera más asidua o habitual. Además necesito tener una emoción real para enfrentarme a la escritura porque si no me siento un poco como una impostora.
Kb. Pero eso tampoco sería malo.
Sonia. Claro que no, pero a mí no me gusta hacerlo. Necesito que haya una emoción real detrás del poema porque si no no me lo creo.
Carmen. Sí es verdad, a mí me pasa igual.
Kb. Pero aclara un poco a qué te estás refiriendo como impostura.
Sonia. Mira, tengo un poema en Planeta de Poliuretano que te va a aclarar esto que digo. Habla en primera persona de alguien internado en un hospital y mucha gente me pregunta si soy yo y yo, afortunadamente, sólo he estado en un hospital de visita. La historia es ficticia pero la emoción, la rabia que se intuye debajo, es completamente real.
Carmen. Y cuando escribes, ¿normalmente lo haces pensando en un poemario o escribes y luego ordenas?
Sonia. Por lo general escribo y luego ordeno. El último libro surgió porque me di cuenta de que tenía una serie de poemas de viajes y de que ahí había un poemario con una temática sólida. Pero en ningún momento me había planteado hacer un poemario sobre algo determinado.
Carmen. Kb por ejemplo es muy capaz de escribir así. De hecho los últimos poemas que ha escrito los ha hecho – varios de ellos al menos - pensando en el poemario.
Sonia. La verdad es que a mí me parece bien. Incluso más ordenado.
Kb. Sí, es una de mis características, ser ordenado (risas).
Carmen. Sí, son dos formas diferentes de trabajar. Yo por ejemplo funciono como Sonia y cada vez que he intentado lo contrario me cuesta una barbaridad porque da la sensación de que no es natural.
Sonia. Probablemente para el lector está bien pero sin embargo tú no te lo terminas de creer.
Kb (a Sonia). ¿Cómo ves la poesía actual española y en ella a tu generación respecto a las anteriores?
Sonia. Nuestra generación yo creo que es muy activa y muy preparada lo que pasa es que escribe mucha gente pero no todos lo hacen bien. El problema son los egos. Es lo que tú decías antes, hay gente que escribe poemas porque se cree que es más prestigioso y no se da cuenta de que por juntar lineas cortitas en columnas, incluso rimándolas, no está haciendo poesía.
Hay que trabajar mucho más y sobre todo hay que leer mucho. Con respecto a las generaciones anteriores, yo creo que a lo largo de toda la historia de la Literatura en particular y del Arte en general todas cometen los mismos pecados. Siempre hay una corriente más conservadora, pegada a la tradición que innova menos y otra más rompedora que pretende crear una estética nueva.
Carmen. Además es que resulta complicado conocer el funcionamiento interno de generaciones de las que no hemos formado parte.
Kb. Pero yo creo que un autor que publica debe de conocer perfectamente el marco en el que está.
Carmen. Pues no sé si comparto esta idea contigo. Creo que un autor puede sacar muy buenos libros sin tener ni idea de lo que se cuece a su alrededor.
Kb. Pues yo pienso que si no conoce esto mal va. Sigo, ¿qué libro no has podido terminar de leer?
Sonia. Hay muchos que no me han gustado, pero soy tan cabezota que me los termino todos. Puedo incluir aquí muchos de los que leí en la carrera. Recuerdo como tostones destacables Palinuro de México de Fernando del Paso o Retorno a Brideshead de Evelyn Waugh.
El último libro que me he leído y con el que me he aburrido bastante a pesar de estar escrito por un prosista impecable es Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías. Escribe de forma magistral pero la historia que narra me ha resultado demasiado densa o demasiado lenta, quizá.
Kb. Yo creo que está muy bien admitir estas cosas.
Sonia. Yo también lo creo. Recuerdo hace muchos años, que estaba viendo un programa en ETB2 donde estaban hablando del Ulises de Joyce y todos los expertos que estaban siendo entrevistados sólo tenían alabanzas para él hasta que salió un profesor, de no sé qué universidad, muy indignado diciendo que tenía la sensación de que nadie de los que habían hablado antes que él había leído el Ulises pero que no tenían valor para admitirlo y, en el caso de que lo hubieran leído, no tenían valor para decir que no les había gustado nada. Él dijo que ese libro era un rollo infumable. Yo no lo sé porque no me lo he leído pero me hizo pensar y plantearme cuánto borreguismo hay en la Literatura (y en la vida en general) y sólo porque unos cuantos digan que determinada cosa es buena no haya suficiente valor para decir lo contrario.
Kb. Eso es cierto. El gusto puede ser bueno o malo o regular pero cada uno tenemos el nuestro.


Cambiando de tema, ¿qué podrías decirme de Ediciones del 4 de agosto, proyecto del que formas parte?
Sonia. A mí me parece que estar dentro de este proyecto es un lujo. Me pareció un lujo que se formara algo así: una asociación sin ánimo de lucro que haga las cosas que 4 de agosto hace, que dinamite el panorama cultural local, que dé impulso a los libros, a la poesía y a los autores noveles. Puede haber quien piense que estoy pecando un poco de soberbia, pero sé que el tiempo acabará dando la razón a cosas como ésta. Con los años, se hablará de 4 de agosto y se hablará bien.
No sé si la gente se da cuenta de las horas que hay que meter, pero vosotros sabéis que se meten a gusto. Hay autores muy buenos y muy válidos que están publicando gracias a esta editorial. Hablo en primera persona de todo esto. No por buena o válida, que eso no debo decirlo yo, sino porque si un buen día yo no hubiera sacado el cuadernillo De tripas, corazón nada de lo demás habría sucedido o habría sido distinto.
Así que, como para mí fue tan importante, me encanta trabajar desde dentro en esto para que otros puedan tener la oportunidad que yo tuve.
Kb. Es como una ONG.
Sonia. La verdad es que puede parecerlo, cada uno que lo vea como quiera. Yo sólo sé que creo en esto y que me encanta estar aqui.
Kb (a Sonia) ¿Qué palabras les dirías a aquéllos que han decidido ser poetas y que comienzan ahora su carrera literaria?
Sonia. Que lean mucho, que escuchen mucho, que observen mucho y que no se molen (risas).
Kb (a Sonia) ¿Qué libros recomendarías leer?
Sonia. Estoy ahora mismo fascinada, porque lo terminé hace poco, con La insoportable levedad del ser de Milán Kundera. Recomendaría también cualquiera de García Márquez como Crónica de una muerte anunciada, Del amor y otros demonios, El amor en los tiempos del cólera... Me ha sorprendido mucho la historia que se cuenta en El infinito en la palma de la mano de Gioconda Belli. Ensayo sobre la ceguera o Todos los nombres de Saramago...No sé. Hay tantos y tantos libros buenísimos. Yo creo que lo más importante es leer, aunque sea libros malos, porque el hábito de leer hará que acabe cayendo en tus manos un buen libro. Además, de todo se aprende, aunque sea para decir yo así no quiero escribir.
Kb. ¿Por qué alguien debería leer tu último libro?
Sonia. Con que el lector sienta algo cuando lo lea yo ya me doy por satisfecha porque para mí el milagro de todo esto es comunicar. Que una situación muy concreta, muy puntual, muy personal que yo haya tenido en un determinado momento de mi vida haga que un ser humano, que no me conoce de nada, sienta no sé qué cosas, me parece alucinante.
Kb. Yo creo que nosotros somos un tamiz de nuestras propias lecturas y que en nuestros libros ofrecemos algo que pensamos que mejora eso o, al menos, que aporta algo distinto. ¿No crees que esa es razón suficiente para leer tu libro?
Sonia. Supongo que sí. Pero si se acerca alguien al libro y no sabe todo eso de mí debe fiarse, ¿no? Ese es el pacto. Y una vez que lo lea decidirá si se cumple todo eso que dices o no.
Kb. Retomando un poco lo que hablábamos antes, estoy pensando que hay mucha gente que se dedica a leer a los románticos franceses, por ejemplo, pero que no tiene ni idea de quién escribe en su ciudad o en su contexto más cercano.
Carmen. Puede que me vaya un poco del tema pero quería comentaros algo. Si habéis releído los primeros libros que os leísteis ¿no tenéis la sensación de que no os enterasteis de nada?
Sonia. Muchísimos
Kb. Sí, claro. Pero no sólo libros: discos, películas...
Carmen. Además son cosas que tú has llegado a pensar que te han influido.
Kb. Eso es una impostura en sí. Por eso la impostura, que a veces nos parece tan mala, la impostura por inconsciencia, no lo es tanto.
Sonia. Yo sólo te puedo decir que quizás no sea plenamente consciente de lo que hago ahora pero sí de lo que hacía hace diez años por eso soy capaz de superar barreras o límites que tenía cuando era más joven. Probablemente ahora tenga otros diferentes de los que seré consciente dentro de un tiempo e intentaré eliminarlos. Eso es crecer. Ese es mi objetivo.
Kb. Y va la última pregunta. ¿Con quién te tomarías una copa?
Sonia. Yo es que me tomo copas con cualquiera (risas).
Kb. Pero venga, di alguien de verdad.
Sonia. ¿Alguien de verdad? Para qué os voy a engañar a vosotros si ya me conocéis. Con Sabina, por supuesto.
Kb. A mí también me encantó cuando se le salió la teta en aquella actuación (risas).

lunes, 13 de octubre de 2008

Una copa con... Kimi-k

"No somos un grupo, somos hermanos"



Apellidos como Carmona o Montoya son ya parte de la historia del flamenco y de la fusión en nuestro país. La última hornada de estas grandes familias de músicos está a punto de sacar su segundo disco y vienen pisando muy, muy fuerte. Se llaman Kimi-k, tienen un directo poderosísimo y tres de ellos (faltaba el bajista, Juan Carmona) se han tomado una copa con nosotros.

Texto y fotos: Rosalía Sierra.

¿Qué es Kimi-k?

Antonio Montoya.-Es una fusión de nuestras raíces y nuestros gustos, de las cosas que investigamos y la música de la que venimos. La fusión de lo que somos y lo que buscamos ser.

Carlos Carmona.-Lo fundamos seis personas, y nos apadrinó Antonio Carmona, que fue el que tuvo la idea de ponernos este nombre porque veía que entre nosotros había mucha química. Desde que éramos muy pequeñitos hemos estado juntos, haciendo música. Kimi-k nació cuando teníamos 15 o 16 años.

Viniendo de las familias de las que venís es normal que uno se dedique a la música, ¿no?

Daniel Jiménez.-Sí, estamos educados para eso, lo hemos visto siempre, la fiesta, el cante, las palmas. Hacer música es algo natural para nosotros.

Carlos.-En los cumpleaños, en las fiestas, en las bodas, siempre había música. Y en casa había artistas, en cualquier momento, llegaban a las seis de la mañana y te despertaban con sus cantes.

Antonio.-Es algo innato, lo llevamos en la sangre y en algún momento brota.

¿Cuándo decidís que lo de dedicaros a la música va en serio, que es algo más?

Antonio.-Siempre nos lo hemos tomado en serio, aunque lo de pensar en grabar un disco vino después.

Carlos.-Empezó como un jueguecillo, pero un juego serio.

Antonio.-Ensayábamos mucho, buscábamos desde siempre dar el cien por cien y buscarle una vuelta de tuerca a lo que hacíamos. Cuando vimos que podíamos grabar un disco, nos lanzamos. Como decimos nosotros, nos apretamos los machos y fuimos a por ello con mucha ilusión, disfrutando de poder tener en el disco a Estrella Morente, a Antonio Carmona, a Juan Carmona en la producción… Y ya estamos pensando en el segundo.

¿Cómo será ese segundo disco?

Carlos.-Más compuesto por nosotros mismos, más personal, más definido. A nosotros nos gusta mucho escuchar todo tipo de música, y podemos coger esos estilos con frescura y darles una vuelta.

Daniel.-Estamos abiertos a trabajar con todo tipo de música, aunque llevemos un cajón y una guitarra hay de todo, funky, hip-hop…

Antonio.-Tenemos varios temas ya grabados, pero queremos hacer algo que de verdad nos convenza, que sea lo que queremos.


Viéndoos en directo se nota que disfrutáis con esto, y que realmente hay química entre vosotros.

Daniel.-Llevamos mucho tiempo divirtiéndonos y tocando juntos, en bares, en nuestras casas, donde sea.

Antonio.-Siempre estamos juntos, viajamos, ensayamos, hemos comido del mismo tenedor. No somos un grupo, somos hermanos. Una mirada en el escenario ya basta para entendernos.

Se os puede encuadrar dentro de lo que se ha dado en llamar flamenco fusión, pero eso ya se inventó hace mucho. ¿Qué aportáis vosotros?

Carlos.-Por un lado, música étnica: somos salvajes, espontáneos, algo que se ha perdido. Muchos grupos fusionan pero han perdido la frescura. Eran salvajes en el año 90, ya no.

Antonio.-Yo lo llamaría flamenco fresco, más bien. La fusión ya está hecha, es algo que desde los 70 hacía Camarón. Algo nuevo es imposible hacerlo, lo que podemos es dar un punto de vista fresco y un sentimiento distinto.

¿Y qué opinan los puristas del flamenco de esto?

Daniel.-Nos pondrán verdes, seguro (risas).

Antonio.-Alguno, no todos. Pepe Habichuela es muy purista y con nosotros goza.

Daniel.-Nosotros, con Kimi-k hacemos nuestra música más personal, más personalizada, pero también nos gusta el flamenco puro, y por separado lo tocamos con otros artistas.
¿Dónde queréis llegar?

Antonio.-Queremos investigar, sin ponernos límites. Sabemos de dónde partimos, qué ideas tenemos y lo que hemos aprendido, y ahora eso hay que entregarlo y tirar para adelante sin ponernos un listón.

Daniel.-Somos muy jóvenes y tenemos mucho por hacer.

¿Cuáles son vuestras principales influencias?
Antonio.-De todo, de Camarón a Michael Jackson o Jimmy Hendrix, Ray Charles, Stevie Wonder, Aretha Franklin, Prince, Jamiroquai, José Alberto el Canario, la música disco, la música clásica, el funky… Y todo llevándolo a nuestro campo, claro.

Daniel.-Eso sí, no queremos perder las raíces.

Carlos.-Siempre nos queda algo ahí de fondo, de lo que somos.

Daniel.-Nos sale por fuerza, aunque no queramos.

Antonio.-Hay veces que escuchamos algo que no tiene nada que ver con el flamenco, por ejemplo a Jamiroquai o hasta a Beyoncé, y nos suena muy flamenco.

¿Con quién os gustaría compartir un escenario?

Daniel.-Uf, qué difícil…

Antonio.-Si te digo la verdad, a mí me gustaría con Sting. Es un artista que admiro al mil por mil.

Carlos.-A mí, con Antonio Vega.

Daniel.-A mí me gustaría tocar con Marcos Vidal, es un gran músico aunque no es muy conocido.
Y para terminar, ¿con quién os tomaríais una copa?

Antonio.-Te respondo con otra pregunta: ¿con quién no nos gustaría tomar una copa? (risas). Nos encanta estar con la gente, disfrutar y aprender.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Una copa con... Los Delinqüentes

Les tenía ganas, no os lo puedo negar, les tenía ganas. Los Delinqüentes, o lo que es lo mismo, Marcos Del Ojo Barroso, alías "Canijo", y Diego Pozo Torregrosa, alías "el Ratón", forman uno de los dúos con más arte sobre un escenario de todo lo que se puede ver hoy en día en concierto.
Unidos en arte y gracia a "La Banda del Ratón" desprenden simpatía, buen humor y rico flamenquito mezclado con algo de rock. Tres discos en el mercado, uno a punto de caramelo, un DVD y la B.S.O. de la película "Mortadelo y Filemón" en siete años, nos demuestran el ritmo imparable de estos jerezanos.
En su memoria: conciertos apoteósicos, el aplauso de miles de incondicionales garrapateros, risas en los viajes, festivales, sexo, flamenco, rock&roll y el recuerdo de un compañero fundador de Los Delinqüentes, que voló libre el 6 de julio de 2004 y que inspira sus letras, su gracia y sus ansias de seguir llegando a todos nosotros a través d ela música.

Ellos le dedican siempre sus conciertos. Yo le dedico esta copa. Brindo por ti Miguel.

Entrevista: Myriam Apúntate
Fotos: Myriam Apúntate, http://www.losdelinqüentes.net/


Myriam: ¿Qué filosofía de vida siguen Los Delinqüentes?
DLQ:
Pues… sexo, flamenco y rock&roll, jajaja.

Myriam: ¡Vaya, cómo ha cambiado el tópico! ¿Damos entonces esquinazo a las drogas?...
DLQ: Venga va, drogas también, jajaja. O si quieres podemos dejarlo en sexo, sexo y sexo, jajajaja… y, de vez en cuando, un poco de rock&roll.

Myriam: Hombre, pero antes me decíais que ahora andabais muy liados con la gira de verano, ¿entonces el sexo? Porque… ¿no será entre vosotros?, sacaréis tiempo para salir y ligar, ¿no?
DLQ:
No qué va, si no tenemos tiempo para las mujeres, jajajajaja, somos amapolas, jajajaja.

Myriam: En vuestras canciones dejáis intuir que vuestra vida perfecta sería una vida relajada en las playas de Cádiz, o en Jerez, una vida tranquila y sin estrés… ¿Cómo sobrelleváis entonces toda la vorágine de las giras, los macro-conciertos, las apariciones en festivales como el Rock&Río…?
DLQ:
Hombre pues bien, porque la verdad es que por ejemplo las grabaciones las hacemos en el estudio que está en casa, y estamos tranquilos con los colegas y tal y no hay mucho estrés. Te cansas a lo mejor si se alarga el tema muchos meses porque es estar ahí todos los días metío, pero vamos, que te diviertes. Y en los conciertos nosotros es que nos lo pasamos siempre bien, ya sea en el Rock&Río, en Ejea de los Caballeros o en la verbena del portal vaya. Además, nuestros viajes se hacen bastante amenos ahí en nuestra furgonetita…

Myriam: ¿Furgonetita? Perdona, pero lo que yo he visto es un pedazo de furgoneta que te mueres…
DLQ:
¡Jajaja! ¡Hombre, es que para los cuerpos que tienen esta gente! (se refieren a “La Banda del Ratón”, observadores risueños de la entrevista), jajaja… El caso es que ahí vamos jugando a nuestra Play, escuchando música, viendo DVD’s, tocando nuestra guitarrita… ¡Vamos, que sabemos como hacer que nuestros viajes sean de lo más entreteníos!


Myriam: Sabéis, mis amigos y yo llevamos con esta, para nosotros, maravilla de “Una copa con…” algo más de un año, y digo “maravilla” porque, gracias a todo esto, he podido charlar con gente increíble, y una de las personas que más me impresionó, fue Kiko Veneno. ¿Qué me podéis decir vosotros de él?
DLQ:
Kiko Veneno para nosotros es un fenómeno, un artista que siempre hemos escuchado porque sus discos siempre nos han dicho mucho. Su primer disco “Veneno”, de 1977, para nosotros es una obra maestra, de hecho nuestro nombre viene de una de las canciones de ese disco, y bueno, es que además de todo eso, además de todo su arte a la hora de componer y de sus discos, es que para nosotros es un compadre ya, es un tío muy enrollao y un pedazo de artista.

Myriam: ¿Con qué grupos compartís buenas vibraciones?, quiero decir, ¿qué grupos hay ahora mismo con los que os encontréis a gusto compartiendo cartel o escenario?
DLQ:
Hombre, pues hay un chavalillo por ahí que está empezando, que tiene un estilo bastante parecido al nuestro, Bob Dylan creo que se llama, jajajaja. Si bueno, y que se den un aire a nosotros está también este otro grupo… ¡Europe!, jajaja.

Myriam: Supongo que es que un estilo tan divertido como el vuestro no puede presumir mucha gente de tenerlo. La música estuvo muy enlatada durante un tiempo y había que sacarla de ahí, ¿no?
DLQ:
A nosotros, a pesar de que no nos gustan mucho las etiquetas, nos meten un poco en el saco del “rock flamenco”, y bueno, digamos que en nuestra línea están Ojos de Brujo, El Bicho, nos han identificado, y de hecho nos sentimos identificados, con Kiko Veneno y con Pata Negra… Pero lo que está claro es que cada grupo tiene su estilo propio.

Myriam: ¿Y ese proyecto tan estupendo que fue el G-5? Kiko Veneno, Muchachito Bombo Infierno, Tomasito y Los Delinqüentes juntos en una “banda fantasma”…
DLQ:
Pues estamos mirando para ver si el año que viene compaginamos un poco los calendarios y hacemos de nuevo alguna cosita juntos, porque la verdad es que nos encanta juntarnos y desmadrarnos un poco.

Myriam: De no haber terminado en la música, hubieseis disfrutando haciendo…
Canijo:
Películas, jajaja.
Ratón: Hombre, pues a mi me encanta la música, pero si no hubiese podido ser, me hubiera gustado mucho escribir, escribir libros… o enseñar, ser profesor.

Myriam: Cuando se tiene mucho arte, no se puede uno quedar en una única disciplina, hay que darle más salidas…
DLQ:
Lo tienes que sacar como sea, incluso jugando al fútbol, ¿no?, mira Maradona.

Myriam: Vosotros creo que también habéis le habéis dado al teatro, que le habéis dado a la poesía…
DLQ:
Nosotros es que le hemos dado a muchas cosas… jajaja
Myriam: ¡¡Jajajaja!! Pues nada hombre, ¡que siga así!




Myriam: ¿Qué proyectos tenéis para el año que viene?
DLQ:
Sexo, sexo y sexo… jajaja. No, no, además de eso, jajaja, tenemos preparado un disquito que va a salir en octubre, que se llama “Bienvenidos a la época Iconoclasta”, y lo que haremos será girar con ese disco, trataremos de volver a América, que en México hemos estado ya tres veces y ahora queremos ir a Uruguay, Chile y Argentina, y nada, a seguir tocando y a ver si podemos seguir aguantando a esta gente, jajajaja, (se refieren de nuevo a "La Banda del Ratón", que no paran de reír).

Myriam: Bueno chicos, y ya por ir echando el cierre a esta charla… ¿con quién os tomaríais una copa?
La Banda del Ratón: ¡Conmigo!, ¡conmigo!...
DLQ: ¡¡Jajajaja!!
Ratón: Yo con Alaska.
Canijo: Yo con Amy Winehouse… ¡bueno no, que esa se bebería la suya y la mía!, jajajaja.

Myriam: ¡Qué bien me lo he pasad0 con vosotros! ¡Después del concierto nos vamos de copas!

lunes, 22 de septiembre de 2008

Una copa con... Antonio Bartrina

"El tango es mucho más duro que el rock, más directo"

Malevaje nació en el corazón de la movida madrileña y, a punto de celebrar sus bodas de plata como mezcla perfecta de la chulería carabanchelera y el descaro porteño, publican uno de sus mejores trabajos: No me quieras tanto (quiéreme mejor). En una de las escalas que su gira ha hecho en Madrid, Una copa con ha charlado con Antonio Bartrina, líder de la banda y uno de los dos únicos integrantes que quedan de la formación original.






Texto y fotos: Rosalía Sierra.

Empecemos por el principio: ¿Por qué tango?
- ¿Y por qué no?

Hombre, no es el tipo de música que solían tocar los grupos madrileños a principios de los 80.
- No creo que sea raro. Lo que sí lo era es que en los 80 hubiera tanta gente haciendo rock’n’roll, muchos de ellos en inglés sin tener ni idea de inglés. Además, yo era más mayor que la mayoría de la gente que empezó a hacer música en aquella época, y tenía otro criterio. Soy rockero, me gusta el blues y un poco toda la música, pero mi manera de pensar, de expresar y reflejar mis sentimientos es el tango. Es mucho más duro que el rock y que casi todo, mucho más directo. Y bueno, que cada uno se cría donde se cría.

O sea, que viene de familia.
- Sí, yo empecé a escuchar tangos de niño, siendo tan pequeño que no sabía lo que decían. Me sabía las letras sin tener ni idea de lo que significaban. Empecé a entenderlos a los 15 o 16 años, más o menos.

Si no cantaras, ¿a qué te dedicarías?
- No lo sé, he hecho tantas cosas… Mi último oficio como profesional fue el de fotógrafo.

Y si no cantaras tango, ¿qué cantarías?
- Posiblemente nada. Al menos profesionalmente.



¿Prefieres interpretar tangos ajenos o propios?
- Creo que ambos se complementan. Siempre es bueno, y muy bonito, escribir lo que te ocurre, lo que te pasa en la vida, lo que sientes. Este último disco, que es un gran disco, tuvo primero las letras, y después hicimos la música. Escribir permite innovar, y el tango clásico sirve para equilibrar, para mantener nuestros pies dentro del tango. Por eso en todos nuestros discos hay algunos temas clásicos. Bueno, por eso y porque son una belleza y es un placer cantarlos.

¿Por qué hay algunos clásicos que os resistís a grabar, como Caminito o A media luz?
- Porque ya están muy grabados, los conoce todo el mundo. En cierto modo queremos dar a conocer la cara oculta del tango, esos temas que se conocen pero no demasiado, o incluso alguno muy desconocido. Por ejemplo, Afiches –que está en el último disco- lo conocen sólo los aficionados al tango, y es una maravilla. Y como ése hay cientos, y más que habrá, porque en Argentina se siguen escribiendo tangos. Bueno, y en España también (risas).


Vuestro anterior disco se titulaba, ironizando sobre vuestro aniversario como banda, ¿Qué veinte años no es nada? Ahora han pasado veinticuatro, ya va siendo algo...
-El febrero del año que viene haremos 25, que no está mal. Es una vida. Todo lo que nos ha pasado da para escribir un libro que no voy a escribir.

¿A quién admiras?
- Empezando por ti, a un montón de gente.

¡Gracias!
- Menos a los políticos, admiro a mucha gente. Me parecen lo peor. No, perdón, los banqueros son aún peores, y además manejan a los políticos. Detesto a la gente que no es humana, que ve el dinero por encima de todo, son despreciables y hay demasiados.
Admiro, en cambio, al tipo que trabaja ocho horas en un andamio para mantener una familia.

¿Con quién te gustaría compartir un escenario?
- He compartido escenario con mucha gente, hasta con Roberto Goyeneche hace muchos años, en Buenos Aires. También he estado con Sabina, con Raimundo Amador, con Jorge Pardo, con Santiago Auserón, con Jaime Urrutia… En general, con amigos. Siempre es bonito compartir escenario. En el mundo de la música hay mucho cariño, mucho respeto, mucho compañerismo, algo que no ocurre en otros ámbitos que conozco. Hombre, también hay algún gilipollas, pero en general hay bastante buen rollito (risas). Así que me gustaría compartir escenario con cualquiera que me caiga bien.

Llegamos a la pregunta filosófica de la entrevista: si echamos manos de tus letras, en una ocasión defines la vida como un tango, en otra parafraseas a Troilo diciendo que es una herida absurda… ¿Qué es la vida?
- Es algo bueno en sí mismo. Lo que es malo es el mundo, y algunas personas. La mayoría de la gente es buena, pero a los buenos se les nota menos. Por eso hay que vivir, a pesar de todo, vivir a bocados.

Y para terminar, ¿con quién te tomarías una copa?
- La verdad es que yo me tomaría una copa casi con cualquiera (risas). Recuerdo una ocasión, hace muchos años, en un bar de Oviedo en el que conocí a un camionero y jugamos al billar. Yo no sé jugar, pero esa noche los hados estaban conmigo y le gané, así que me invitó a una copa, y después de esa nos tomamos muchas más, y aún mantenemos el contacto. Con esa gente es con la que me gusta a mí tomar copas.