domingo, 27 de enero de 2008

Una copa con...Karel García

Karel García es sin duda uno de los miembros más destacados de la Tercera generación de la Nueva Trova Cubana, algo que le convierte en el continuador de una inigualable promoción de músicos entre los que destacan Silvio Rodríguez, Pablo Milanés o Vicente Feliú.
Estando aún vigente y en proceso de creación ese primer grupo, la segunda ola de ese movimiento artístico dio a conocer a nombres del talento de Santiago Feliú, Frank Delgado y Carlos Varela; una promoción que amplió los horizontes del género de integrando en él el rock y otros sonidos actuales.
La Tercera generación de la trova, de la que Karel García es uno de sus más destacados representantes y uno de sus líderes naturales, ha conseguido darle una nueva vuelta de tuerca al género siguiendo la línea de sus antecesores pero sin olvidar los sonidos y los ritmos de la Vieja Trova como el son o la guajira. Ello le ha llevado a ganarse el respeto y el aprecio de las grandes figuras de la primera generación de la Trova, con quienes ha compartido escenario, y a entusiasmar al público, que se ha mostrado muy receptivo a su propuesta, que mezcla con gran sabiduría talento, frescura, rebeldía e inteligencia.


Entrevista: Sonia San Román

Fotos: Ana San Román


Sonia. ¿Cómo se siente un artista cuando la crítica dice de él cosas tan buenas como que es el nuevo exponente de la Nueva Trova cubana?
Karel. La verdad es que no sé por qué a mí me ha tocado. Yo no estoy solo haciendo canciones ahora mismo. Hay más gente de mi edad, lo que podría considerarse como una mini generación. Hay varios y muy buenos, con muy buenas canciones. Te podría nombrar a muchos pero para no dejarme a ninguno prefiero no citar nombres. El caso es que no estoy solo. Pero, de alguna manera, aquí en España he estado haciendo muchos conciertos y he tenido la suerte de salir en los medios pero siempre hay que pensar que las valoraciones las ponen los periodistas para vender y son completamente subjetivas que en algunos casos obedecen simplemente al marketing.


Sonia. Tal vez, pero ¿no piensas que que muchos críticos musicales coincidan diciendo lo mismo sobre ti es un indicador de algo?
Karel. Yo lo único que sé es que lo que hago lo hago con respeto. Con respeto por lo que hago y por los demás, por supuesto.
Sonia. Y eso al final siempre se transmite, ¿no?
Karel.
Claro.
Sonia. ¿Qué te hizo venirte a vivir a España?
Karel. Esa es una historia larga. Daría para otra entrevista. Yo llevo aquí nueve años y medio. Yo vine a grabar un disco. El disco Souvenires del futuro en el año 99. Salió en el año 2000 y luego desapareció así como una especie a extinguir. No se pudo rodar ese disco como merecía. Era un trabajo con otro amigo trovador, Carlos Lage. A eso vine.

Sonia. Y volviendo al tema del principio, me gustaría volver a hablar de sensaciones. ¿Cómo te sientes siendo un ahijado de Silvio Rodríguez? ¿Como un unicornio azul, tal vez?
Karel.
Yo no soy ahijado de Silvio. No, no, no...Si tengo que ponerme un padrino yo me quedo con Vicente Feliú. Vicente sí que ha sido para nosotros una especie de mentor. Siempre ha estado con muchos de los que compartimos edad y estamos en esto y nos incentivó desde el principio. Aunque Silvio, sí que es verdad, se ha portado maravillosamente porque me dejó sus estudios para que yo grabara mi disco.


Sonia. ¿Y cómo son esos míticos estudios de Silvio? ¿Cómo fue la grabación en los Estudios Ojalá de La Habana?
Karel.
Son unos estudios muy acogedores, sobre todo la gente. Fue increíble. Yo me lo pasé muy bien. Nos lo pasamos bien todos. Fue una experiencia con muy buen rollo durante los diecinueve turnos de grabación en los que se grabó todo el disco. Muy intenso. Silvio tenía que hacer una cosa fuera de Cuba y aprovechó y me dijo: bueno, Karel ahora ven y graba el disco en estos quince días que estoy fuera. A mí me dejó su equipo incluso. Los estudios son como su casa. Él se levanta por la mañana y se pone a cantar y a grabar las canciones. Es como su santuario. Fue muy bonito.

Sonia. ¿Qué sentimiento crees que han despertado las canciones de la Trova cubana en la sociedad cubana sobre todo? ¿Piensas que han conseguido remover conciencias?
Karel.
Yo creo que sí. Y como consecuencia de eso, cambiar cosas. Yo creo que si no hubiera existido la canción de Vicente Feliú, de Pablo Milanés, de Silvio Rodríguez la juventud, la gente como yo, que ya no es, quizá, tan joven, que creció de alguna manera dentro de eso, no hubiéramos tenido acceso a ese lenguaje, a temas culturales que de otra forma no nos hubieran llegado porque lo trajeron ellos con su particular manera de hacer canciones con la influencia que tenían de los Beatles, por ejemplo, o de gente de aquí. En su momento fueron una especie de brazo crítico de la Revolución, de alguna manera. Eso fue de alguna forma una manera de hacer revolución, criticando la propia Revolución.

Sonia. ¿Qué diferencias destacarías entre esta tercera generación de la Nueva Trova, a la que tú perteneces y artistas como Silvio o Pablo Milanés, de la primera?
Karel.
Quizás la gente de mi generación es mucho más rica porque tiene mucha más herencia, más bagaje gracias a esta gente que tú citas, gracias a que ellos existieron antes. Ahora hay, quizás, más maneras de decir. También hay una diferencia en la coyuntura en la que ellos componían hace treinta años y en la que empezamos a componer nosotros. Eso es lo que cambia un poco: el lenguaje, la manera de decir las cosas que hay que contar. Los temas casi siempre son los mismos: la vida, la muerte, la paz, la guerra, el amor...Lo que cambia es la forma de tratarlos. Sin renegar a la forma de contar que tenían ellos, ahora los adaptamos a nuestras propias vivencias.

Sonia. ¿Karel García es un hombre con hambre de quimeras?
Karel.
Sí, bueno. Esta canción en realidad habla de la amistad. Le hablo a la amistad. Para mí es una quimera decir amigo actualmente. Es muy difícil encontrarse con alguien a quien puedas decir amigo. Y también quimera en el aspecto de cambio. De lo que tiene de reyerta, de revolución. De alguna manera, por ese motivo, sí me atraen. Yo me pensé mucho ponerle “Hambre de Quimera” al disco pero al final creo que fue una buena decisión.

Sonia. ¿Qué opinas de Internet como fenómeno de acceso a la música? ¿Ha sido malo para los artistas como afirman las discográficas o, por el contrario, ha supuesto una forma de dar a conocer a gente que de otra forma tendría difícil promoción?
Karel.
Por supuesto que es bueno. Yo creo que es la herramienta más útil que tenemos ahora mismo a mano para la gente como yo que no tenemos tanto acceso a los medios y al mercado discográfico, a la radio o a la televisión. A mí, por ejemplo, gracias a páginas como Myspace, me conoce gente en Bolivia, en Nicaragua o en Argentina que nunca hubieran llegado a conocerme de no existir esta vía.

Sonia. ¿Cuánto echas de menos Cuba?
Karel.
Pues mira, llevo tres años y cuatro meses sin ir a Cuba.

Sonia. Y ya te llama, supongo.
Karel.
La verdad es que sí. Echo de menos Cuba. La gente, la manera de ver la vida y de estar ahí...No sé. Aunque aquí lo paso muy bien, pero es diferente. Ese puntito de soledad que tienen aquí allí no lo tengo. Quizás en Cuba estoy demasiado arropado. Como voy sólo una vez cada dos años, cuando llego allí todos quieren estar conmigo y yo, por supuesto, con ellos.

Sonia. ¿Y ese puntito de soledad que te da España, no es bueno para crear?
Karel.
Sí, también es verdad, aunque allí también lo hago porque busco mis momentos. Aunque, ya te digo, que como voy tan de vez en cuando me dedico más a estar con la gente. Pero en este próximo viaje del que te hablo, sí que me gustaría sacarme dos o tres días para ponerme a trabajar en un par de canciones que tengo por ahí en mente.

Sonia. ¿A qué autores escuchas solamente por placer cuando estás en casa?
Karel.
Yo escucho mucho a los clásicos de la canción: Aute, Sabina, Serrat... A Silvio, a Pablo y a Vicente los escuché, y mucho, en su momento. Me los estudié a fondo. Luego me gusta escuchar un poco de todo: oigo música africana, rock and roll...A lo que no le dedico mucho tiempo es al pop. También me gusta cantidad el flamenco. Dicen que no hay flamenco malo. Desde el menos malo hasta el superior me gusta todo.

Sonia. ¿A qué escritores admiras? ¿Podrías recomendarnos un libro?
Karel.
Te podría recomendar “La edad de oro” de José Martí, por ejemplo.

Sonia. ¿Y, por último, con quién te tomarías una copa?
Karel.
No sería un buen cubano si no dijera que contigo.

Sonia. Pues es todo un halago, Karel. Muchísimas gracias por atendernos. Desde luego el placer ha sido nuestro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El disco de este Karel García es uno de los pocos que puede uno comprarse sin tener la sensación de que le están robando. Viene, entre otros, con dos canciones en las que canta Silvio Rodriguez, una de ellas, HAMBRE DE QUIMERAS, donde da nombre al CD. Una alegría encontrármelo aquí a parte de en el FNAC.

J.Luis

Romano dijo...

Muy bueno Sonia,felicidades,,,
Conoci la musica de Karel gracias a una amiga de Salamanca y no pare de escucharlo,,increible,,

Saludos,,,

Murrucha dijo...

Ayer por primera vez he visto a Karel en directo en Salamanca, me ha gustado muchoo. Lo mejor es que ha sido una casualidad.

Gracias por invitarnos a descubrir, a leer las conversaciones... Un abrazo.