domingo, 1 de junio de 2008

Una copa con... Marwan

"Creo que, a veces, las canciones están dentro de uno, y lo único que tengo que hacer es sacarlas, ir juntando las piezas, pegando los trozos que llevo conmigo"





Pocas veces la madrileña Sala Galileo ha registrado un llenazo tan impresionante como el que se vio durante el concierto de presentación del último disco de Marwan, Trapecista. "Estoy abrumado", dijo entonces, y desgrana ahora en una entrevista concedida a Una copa con qué supone para ese éxito y cómo vive la música.

Texto y fotos: Rosalía Sierra.

¿Quién es Marwan?
- Un chaval de 29 años que ahora mismo trata de vivir de la música y que trata de ser feliz, no mucho más. Definirme yo es difícil, pero soy básicamente un músico que trata de pasarlo bien.

¿Cómo defines tu música?
- Es muy variada. Tengo una raíz, una base, que es la canción de autor; luego, en la musicalidad meto de todo, desde la canción de autor más tradicional hasta reagge, hip-hop, tango y muchas más cosas. Se podría definir mi música como una especie de fusión de autor, con muchas influencias musicales mezcladas.

¿Te sientes cómodo en la etiqueta de cantautor?
- Sí, es perfecta para mí: soy cantautor. El término autor se utiliza como adjetivo a menudo: cine de autor, canción de autor, cocina de autor… Yo creo que, en general, lo que denota es un género, en el caso de la música, en que lo que prevalece es el mensaje, así que por supuesto que soy cantautor.

¿Por qué elegiste el nombre de Trapecista para tu nuevo disco?
- Casi toda la gente se cree que el trapecista es el que va por la cuerda floja con una barra, pero no: ése es el funambulista. El trapecista es el que se lanza en un trapecio por el aire y, cuando coge velocidad, salta, hace un giro mortal y se agarra a otro trapecio para no matarse, para no caer. En cierto modo, eso define lo que he hecho yo con este disco, que es de producción propia.

He puesto yo el dinero, todos los medios, he contratado a la persona que ha hecho el arte, a los productores, a un amigo que ha hecho la página web (http://www.marwanweb.com/), he compuesto la música y he hecho las letras… Todo el disco gira en torno a un grandísimo esfuerzo por mi parte, tanto económico como de tiempo y en todos los sentidos. Creo que, hoy en día, hacer algo así es un salto mortal, no verte apoyado y enfrentarte a una situación de gran inversión en todos los sentidos.

Por otra parte, todas las canciones, de un modo u otro, hablan sobre el equilibrio, ya sea uno que se acaba de romper, uno que ha llegado o una situación totalmente desequilibrada, como en el caso de Meninos da rua, que habla de la pobreza. Todas las canciones tienen, en cierto modo, pueden verse desde el punto de vista del equilibrio.

¿Y por qué sin discográfica?
- Porque lo que me ofrecían no me interesaba, simplemente. Tuve ofertas de multinacionales que no me compensaban. He hecho un esfuerzo tan grande con este disco que lo que obtenía si lo publicaba a través de una discográfica no me resultaría beneficioso. Tengo una base de público, de gente que sé que va a comprar el disco, y también tengo el trabajo que sé que va a ir bien, porque he tocado mucho y creo que seguiré haciéndolo. Los beneficios de un trabajo los debe obtener quien los ha sembrado, no alguien que no ha hecho nada. Si una discográfica te hace una oferta y lo primero que te dice es que no te va a hacer promo hasta que no vendas un número determinado de discos, pues no tiene ningún interés para mí.

Hay quien sostiene que los principales perjudicados por la piratería son las discográficas, no los autores. ¿Qué opinas?
- Hombre, depende del caso, pero desde luego son las discográficas las que se llevan la mayor parte del dinero, hasta el 80 o el 90 por ciento. Por eso, después de todo el trabajo que lleva un disco, dejar que yo, como autor, me lleve sólo el 20 por ciento, es algo con lo que no trago.

¿Vives de la música?
- Sí, desde hace unos meses.

Enhorabuena…
- Gracias. Podía haberlo intentado antes, pero tenía un trabajo muy cómodo, soy profesor de Educación Física y trabajaba de eso desde hace cinco años y además al lado de mi casa. Pero bueno, de momento me va muy bien.



¿Qué ha cambiado en ti desde hace cuatro años, cuando publicaste tu anterior trabajo, Los hijos de las piedras?
- Uf, un montón de cosas. Para empezar, aunque ambos discos están hechos con mucho amor, el anterior era mucho más ingenuo en todos los sentidos. No digo que sea peor, que lo es pero no por la ingenuidad de las canciones: esos temas pertenecían a un tiempo en que yo era más pequeño, tenía una situación de vida determinada y hacía las cosas de otro modo. Ese disco es perfecto para definir cómo era yo entonces. Trapecista es además un disco con producción totalmente profesional, y el otro era casi una maqueta, con menos calidad de sonido.

A nivel de actuaciones, de reconocimiento del público, pues también han cambiado las cosas. Me conoce mucha gente, he tocado y viajado muchísimo. Hace cuatro años daba conciertos básicamente en Madrid y salía a otros sitios puntualmente. Ahora me paso el día viajando, tanto por España como por el extranjero. El año pasado hice una gira bestial junto con Lucas, un cantautor amigo mío: estuvimos en Argentina, Rusia, República Dominicana, Francia y algún sitio más.

¿Qué actuaciones tienes previstas?
- Ahora mismo tengo una gira por Las Palmas, un par de conciertos en Barcelona y alguno más en Madrid. Luego, en octubre iremos a Grecia y luego haré una gira de presentación del disco por toda España y algunos países de Iberoamérica, terminando en Argentina.

¿Alguna anécdota que se pueda contar de tantos viajes?
- Bueno, algo gracioso que nos pasó en Argentina: publicaron una entrevista a Lucas y a mí en un diario de allí, y pusieron que nuestra música estaba influenciada por los principales autores hispanoamericanos, Sabina, Serrat y Ricky Martin. Cuando lo vimos nos moríamos de risa.

Y en serio, ¿cuáles son tus principales influencias musicales?
- Serrat y Sabina, por supuesto, aunque mi principal influencia desde el principio es Ismael Serrano, incluso antes me parecía muchísimo y todavía queda algo en mí de eso, en el estilo, en las letras y en la voz, pero actualmente escucho muchísima música de todas clases, sobre todo anglosajona, desde cantautores como Damian Rice o Ben Harper a otros más orientados hacia el pop o el rock, como Quique González o Iván Ferreiro. Y claro, a los de siempre: a Sabina, a Serrano, a Drexler… También muchos grupos de rock inglés y americano. Vamos, la verdad es que escucho de todo.

¿Con quién te gustaría compartir escenario?
- Con la que más me gustaría del mundo es Ismael Serrano. Hemos grabado una canción juntos en mi disco, y me gustaría cantarla con él sobre un escenario. También me encantaría cantar con Serrat y con Manu Chao, sería algo absolutamente brutal.

¿A qué quieres llegar en el mundo de la música? ¿Cómo te ves dentro de unos años?
- Yo quiero estar feliz, divertirme, seguir con las mismas ganas que tengo hoy que son las mismas que tenía hace cinco o seis años, cuando empecé a tocar en directo, y que, en la medida de lo posible, me salgan canciones bonitas, que a mí me emocionen y que emocionen a otros.

¿Qué te inspira a la hora de componer?
-A veces, ni me inspiro. Hay canciones que no tengo ni idea de dónde han venido. Por ejemplo, nunca pensé que escribiría un tema como Meninos da rua, y un día cogí la guitarra y directamente empecé (cantando) “naciste sobre un sucio trapo en tu casa…”, y me salieron tres o cuatro frases seguidas, tal cual, del tirón, que me parecieron increíbles y decidí seguirlas. Me di cuenta de que se adaptaban a la vida de los niños de la calle de Brasil, y en dos tardes tenía la canción. Lo mismo me pasó con Adolescente, que empecé a cantarla sin más, o El próximo verano.

Eso me hace pensar que, a veces, las canciones están dentro de uno, y en realidad lo que tengo que hacer es sacarlas, juntar las piezas, los trozos de canción que tengo dentro, los encuentro y los voy pegando.
Aunque sí hay canciones más buscadas, como Mi paracaídas, aunque tampoco mucho, no sé. Las más buscadas son las más nuevas, como la que le hice a mi madre, o la de mi padre, que surgió después de una charla que tuve con él, que pensé “voy a escribirle un temazo”.
Hay veces que tengo una idea pero no sé hacia dónde me va a llevar. Es difícil explicarlo, pero creo que, en general, cuando más busco, peor compongo (risas).

¿Qué opinas del panorama actual de la música? ¿Hay crisis?
- Depende de qué entendamos por música. Hay algunos para los que la música es la industria, y a mí, que la industria se vaya a pique, pues la verdad es me da igual, me da igual porque música va a seguir habiendo. Se dice en los medios de comunicación que la música se muere: ni hablar, nunca ha habido más música, más conciertos y más artistas en España, jamás. La gente sigue yendo a conciertos porque la música interesa, cada vez aparecen mejores cantantes y hay más canales de difusión, como internet. En este sentido, creo yo, la música tiene muy buena salud. ¿Cuál es el problema? Que no hay apoyo de las discográficas. Hoy en día, grabar un disco cuesta mucho y, como hay piratería, es difícil que compense el gasto que se hace.

Luego, programas como Operación Triunfo perjudican hasta cierto punto, porque son hamburguesas musicales, no aportan nada a la música. Claro que tiene que haber triunfitos, pero que no sean lo único que llena las listas.

Alguien que quiere abrirse camino en la música, ¿lo tiene más fácil ahora o era mejor antes?
- Depende de las ganas que tenga. Siempre es difícil. Yo he tenido la suerte de tener un trabajo y vivir en casa de mis padres hasta que he podido ahorrar para grabarme un disco, que cuesta mucho dinero. Salir adelante es difícil, vivir de esto es difícil. Muchos bares organizan conciertos y quieren que toques, pero económicamente no ofrecen lo que yo creo que vale una actuación.
Creo que el que es constante y sabe lo que quiere, al final obtiene frutos. Hay que tener fe y ser muy trabajador.

Para terminar, tres cuestiones rápidas: recomiéndame un libro.
-Océano Mar, de Alexandro Baricco, porque te transporta.

¿Una película?
-El marido de la peluquera, porque te mata. Hay escenas tan tremendas que no te lo crees, no te puedes creer que haya tanta poesía, tanto amor.


Y por último, ¿con quién te tomarías una copa?
- Con mis mejores amigos.

6 comentarios:

Unknown dijo...

qué bonita es "mi paracaídas" !

Anónimo dijo...

Genial por este chico, pero es un poco arriesgado y de desconocer el tema, decir que pocas veces la Sala Galileo ha llenado así.

Que es Galileo, y Madrid, hombre...
¿como podéis decir una barbaridad así?

Hay como lo vean los de la Sala, el cabreo que se van a pillar!

Saludos.

Roberto

Romano dijo...

Felicidades por la nota,Marwan es un gran tipo y desde Buenos Aires le deseo lo mejor,,,

Salud a la cofradia,,,

Una copa con... dijo...

Estimado Roberto:

Ante todo, gracias por tu comentario, da gusto saberse leída.

Sin embargo, me gustaría hacer una pequeña aclaración, dado que resulta un tanto ofensivo leer tus palabras.

Una pregunta: ¿estuviste en el concierto de Marwan? Por lo que dices, supongo que sí. En ése, y en otros muchos conciertos de Galileo, claro.

Yo, por mi parte, he estado en unos cuántos, los suficientes como para no "desconocer el tema" y saber que mi afirmación no es "una barbaridad".

Por supuesto que hay gente que cada mes llena la sala hasta la bandera, así que no creo que sus responsables se sientan ni de lejos ofendidos por una licencia periodística que buscaba dar a entender (igual un poco rebuscadamente, lo admito) que el éxito obtenido por Marwan en ese concierto no es muy habitual entre jóvenes cantautores que presentan su nuevo disco un jueves en que hay fútbol y además es festivo en Madrid y todo el mundo estaba en las Vistillas. Pero todo eso no cabía. Pido disculpas por ello, y reitero mi agradecimiento por leernos.

Un saludo,

Rosalía Sierra.

sonia dijo...

Hola Rosalía.

Enhorabuena a Marwan por su exito y su trabajo.

Y a tí, decirte que llevas toda la razón del mundo...

Por desgracia, he programado muchas veces la Sala Galileo, y hemos estado en familia... Y da mucha penita verla así.

Es fácil que grandes como Faemino, Krahe... consigan llenos rotundos, pero alguien que habitualmente trabaja en Madrid, hace a la gente cómodo y vago, y no se acerca a pagar una entrada. Además, muchos grupos prometen, y cuando llega el día, no consiguen ni un tercio de la Sala.

Galileo, y Angel (su dueño), son grandes de la noche de Madrid, y ojalá días como ese sean todos, pero, con pena, si que hay que decir que no es así...

Un beso a todos.

VICTOR ALFARO dijo...

Rosalía, enhorabuena por la entrevista!!!
Marwan es muy grande y ha hecho un disco precioso. Esperemos que le vaya tan bien como le fue en ese concierto, en el que yo estuve, y he de reafirmar que sí, que hacía mucho que no se veía la sala Galileo con tanta gente. Y yo he estado en conciertos en Galileo con 4 personas y con 500, pero lo del otro día fue una auténtica BARBARIDAD´!
Abrazos a todos!!!