domingo, 28 de septiembre de 2008

Una copa con... Los Delinqüentes

Les tenía ganas, no os lo puedo negar, les tenía ganas. Los Delinqüentes, o lo que es lo mismo, Marcos Del Ojo Barroso, alías "Canijo", y Diego Pozo Torregrosa, alías "el Ratón", forman uno de los dúos con más arte sobre un escenario de todo lo que se puede ver hoy en día en concierto.
Unidos en arte y gracia a "La Banda del Ratón" desprenden simpatía, buen humor y rico flamenquito mezclado con algo de rock. Tres discos en el mercado, uno a punto de caramelo, un DVD y la B.S.O. de la película "Mortadelo y Filemón" en siete años, nos demuestran el ritmo imparable de estos jerezanos.
En su memoria: conciertos apoteósicos, el aplauso de miles de incondicionales garrapateros, risas en los viajes, festivales, sexo, flamenco, rock&roll y el recuerdo de un compañero fundador de Los Delinqüentes, que voló libre el 6 de julio de 2004 y que inspira sus letras, su gracia y sus ansias de seguir llegando a todos nosotros a través d ela música.

Ellos le dedican siempre sus conciertos. Yo le dedico esta copa. Brindo por ti Miguel.

Entrevista: Myriam Apúntate
Fotos: Myriam Apúntate, http://www.losdelinqüentes.net/


Myriam: ¿Qué filosofía de vida siguen Los Delinqüentes?
DLQ:
Pues… sexo, flamenco y rock&roll, jajaja.

Myriam: ¡Vaya, cómo ha cambiado el tópico! ¿Damos entonces esquinazo a las drogas?...
DLQ: Venga va, drogas también, jajaja. O si quieres podemos dejarlo en sexo, sexo y sexo, jajajaja… y, de vez en cuando, un poco de rock&roll.

Myriam: Hombre, pero antes me decíais que ahora andabais muy liados con la gira de verano, ¿entonces el sexo? Porque… ¿no será entre vosotros?, sacaréis tiempo para salir y ligar, ¿no?
DLQ:
No qué va, si no tenemos tiempo para las mujeres, jajajajaja, somos amapolas, jajajaja.

Myriam: En vuestras canciones dejáis intuir que vuestra vida perfecta sería una vida relajada en las playas de Cádiz, o en Jerez, una vida tranquila y sin estrés… ¿Cómo sobrelleváis entonces toda la vorágine de las giras, los macro-conciertos, las apariciones en festivales como el Rock&Río…?
DLQ:
Hombre pues bien, porque la verdad es que por ejemplo las grabaciones las hacemos en el estudio que está en casa, y estamos tranquilos con los colegas y tal y no hay mucho estrés. Te cansas a lo mejor si se alarga el tema muchos meses porque es estar ahí todos los días metío, pero vamos, que te diviertes. Y en los conciertos nosotros es que nos lo pasamos siempre bien, ya sea en el Rock&Río, en Ejea de los Caballeros o en la verbena del portal vaya. Además, nuestros viajes se hacen bastante amenos ahí en nuestra furgonetita…

Myriam: ¿Furgonetita? Perdona, pero lo que yo he visto es un pedazo de furgoneta que te mueres…
DLQ:
¡Jajaja! ¡Hombre, es que para los cuerpos que tienen esta gente! (se refieren a “La Banda del Ratón”, observadores risueños de la entrevista), jajaja… El caso es que ahí vamos jugando a nuestra Play, escuchando música, viendo DVD’s, tocando nuestra guitarrita… ¡Vamos, que sabemos como hacer que nuestros viajes sean de lo más entreteníos!


Myriam: Sabéis, mis amigos y yo llevamos con esta, para nosotros, maravilla de “Una copa con…” algo más de un año, y digo “maravilla” porque, gracias a todo esto, he podido charlar con gente increíble, y una de las personas que más me impresionó, fue Kiko Veneno. ¿Qué me podéis decir vosotros de él?
DLQ:
Kiko Veneno para nosotros es un fenómeno, un artista que siempre hemos escuchado porque sus discos siempre nos han dicho mucho. Su primer disco “Veneno”, de 1977, para nosotros es una obra maestra, de hecho nuestro nombre viene de una de las canciones de ese disco, y bueno, es que además de todo eso, además de todo su arte a la hora de componer y de sus discos, es que para nosotros es un compadre ya, es un tío muy enrollao y un pedazo de artista.

Myriam: ¿Con qué grupos compartís buenas vibraciones?, quiero decir, ¿qué grupos hay ahora mismo con los que os encontréis a gusto compartiendo cartel o escenario?
DLQ:
Hombre, pues hay un chavalillo por ahí que está empezando, que tiene un estilo bastante parecido al nuestro, Bob Dylan creo que se llama, jajajaja. Si bueno, y que se den un aire a nosotros está también este otro grupo… ¡Europe!, jajaja.

Myriam: Supongo que es que un estilo tan divertido como el vuestro no puede presumir mucha gente de tenerlo. La música estuvo muy enlatada durante un tiempo y había que sacarla de ahí, ¿no?
DLQ:
A nosotros, a pesar de que no nos gustan mucho las etiquetas, nos meten un poco en el saco del “rock flamenco”, y bueno, digamos que en nuestra línea están Ojos de Brujo, El Bicho, nos han identificado, y de hecho nos sentimos identificados, con Kiko Veneno y con Pata Negra… Pero lo que está claro es que cada grupo tiene su estilo propio.

Myriam: ¿Y ese proyecto tan estupendo que fue el G-5? Kiko Veneno, Muchachito Bombo Infierno, Tomasito y Los Delinqüentes juntos en una “banda fantasma”…
DLQ:
Pues estamos mirando para ver si el año que viene compaginamos un poco los calendarios y hacemos de nuevo alguna cosita juntos, porque la verdad es que nos encanta juntarnos y desmadrarnos un poco.

Myriam: De no haber terminado en la música, hubieseis disfrutando haciendo…
Canijo:
Películas, jajaja.
Ratón: Hombre, pues a mi me encanta la música, pero si no hubiese podido ser, me hubiera gustado mucho escribir, escribir libros… o enseñar, ser profesor.

Myriam: Cuando se tiene mucho arte, no se puede uno quedar en una única disciplina, hay que darle más salidas…
DLQ:
Lo tienes que sacar como sea, incluso jugando al fútbol, ¿no?, mira Maradona.

Myriam: Vosotros creo que también habéis le habéis dado al teatro, que le habéis dado a la poesía…
DLQ:
Nosotros es que le hemos dado a muchas cosas… jajaja
Myriam: ¡¡Jajajaja!! Pues nada hombre, ¡que siga así!




Myriam: ¿Qué proyectos tenéis para el año que viene?
DLQ:
Sexo, sexo y sexo… jajaja. No, no, además de eso, jajaja, tenemos preparado un disquito que va a salir en octubre, que se llama “Bienvenidos a la época Iconoclasta”, y lo que haremos será girar con ese disco, trataremos de volver a América, que en México hemos estado ya tres veces y ahora queremos ir a Uruguay, Chile y Argentina, y nada, a seguir tocando y a ver si podemos seguir aguantando a esta gente, jajajaja, (se refieren de nuevo a "La Banda del Ratón", que no paran de reír).

Myriam: Bueno chicos, y ya por ir echando el cierre a esta charla… ¿con quién os tomaríais una copa?
La Banda del Ratón: ¡Conmigo!, ¡conmigo!...
DLQ: ¡¡Jajajaja!!
Ratón: Yo con Alaska.
Canijo: Yo con Amy Winehouse… ¡bueno no, que esa se bebería la suya y la mía!, jajajaja.

Myriam: ¡Qué bien me lo he pasad0 con vosotros! ¡Después del concierto nos vamos de copas!

lunes, 22 de septiembre de 2008

Una copa con... Antonio Bartrina

"El tango es mucho más duro que el rock, más directo"

Malevaje nació en el corazón de la movida madrileña y, a punto de celebrar sus bodas de plata como mezcla perfecta de la chulería carabanchelera y el descaro porteño, publican uno de sus mejores trabajos: No me quieras tanto (quiéreme mejor). En una de las escalas que su gira ha hecho en Madrid, Una copa con ha charlado con Antonio Bartrina, líder de la banda y uno de los dos únicos integrantes que quedan de la formación original.






Texto y fotos: Rosalía Sierra.

Empecemos por el principio: ¿Por qué tango?
- ¿Y por qué no?

Hombre, no es el tipo de música que solían tocar los grupos madrileños a principios de los 80.
- No creo que sea raro. Lo que sí lo era es que en los 80 hubiera tanta gente haciendo rock’n’roll, muchos de ellos en inglés sin tener ni idea de inglés. Además, yo era más mayor que la mayoría de la gente que empezó a hacer música en aquella época, y tenía otro criterio. Soy rockero, me gusta el blues y un poco toda la música, pero mi manera de pensar, de expresar y reflejar mis sentimientos es el tango. Es mucho más duro que el rock y que casi todo, mucho más directo. Y bueno, que cada uno se cría donde se cría.

O sea, que viene de familia.
- Sí, yo empecé a escuchar tangos de niño, siendo tan pequeño que no sabía lo que decían. Me sabía las letras sin tener ni idea de lo que significaban. Empecé a entenderlos a los 15 o 16 años, más o menos.

Si no cantaras, ¿a qué te dedicarías?
- No lo sé, he hecho tantas cosas… Mi último oficio como profesional fue el de fotógrafo.

Y si no cantaras tango, ¿qué cantarías?
- Posiblemente nada. Al menos profesionalmente.



¿Prefieres interpretar tangos ajenos o propios?
- Creo que ambos se complementan. Siempre es bueno, y muy bonito, escribir lo que te ocurre, lo que te pasa en la vida, lo que sientes. Este último disco, que es un gran disco, tuvo primero las letras, y después hicimos la música. Escribir permite innovar, y el tango clásico sirve para equilibrar, para mantener nuestros pies dentro del tango. Por eso en todos nuestros discos hay algunos temas clásicos. Bueno, por eso y porque son una belleza y es un placer cantarlos.

¿Por qué hay algunos clásicos que os resistís a grabar, como Caminito o A media luz?
- Porque ya están muy grabados, los conoce todo el mundo. En cierto modo queremos dar a conocer la cara oculta del tango, esos temas que se conocen pero no demasiado, o incluso alguno muy desconocido. Por ejemplo, Afiches –que está en el último disco- lo conocen sólo los aficionados al tango, y es una maravilla. Y como ése hay cientos, y más que habrá, porque en Argentina se siguen escribiendo tangos. Bueno, y en España también (risas).


Vuestro anterior disco se titulaba, ironizando sobre vuestro aniversario como banda, ¿Qué veinte años no es nada? Ahora han pasado veinticuatro, ya va siendo algo...
-El febrero del año que viene haremos 25, que no está mal. Es una vida. Todo lo que nos ha pasado da para escribir un libro que no voy a escribir.

¿A quién admiras?
- Empezando por ti, a un montón de gente.

¡Gracias!
- Menos a los políticos, admiro a mucha gente. Me parecen lo peor. No, perdón, los banqueros son aún peores, y además manejan a los políticos. Detesto a la gente que no es humana, que ve el dinero por encima de todo, son despreciables y hay demasiados.
Admiro, en cambio, al tipo que trabaja ocho horas en un andamio para mantener una familia.

¿Con quién te gustaría compartir un escenario?
- He compartido escenario con mucha gente, hasta con Roberto Goyeneche hace muchos años, en Buenos Aires. También he estado con Sabina, con Raimundo Amador, con Jorge Pardo, con Santiago Auserón, con Jaime Urrutia… En general, con amigos. Siempre es bonito compartir escenario. En el mundo de la música hay mucho cariño, mucho respeto, mucho compañerismo, algo que no ocurre en otros ámbitos que conozco. Hombre, también hay algún gilipollas, pero en general hay bastante buen rollito (risas). Así que me gustaría compartir escenario con cualquiera que me caiga bien.

Llegamos a la pregunta filosófica de la entrevista: si echamos manos de tus letras, en una ocasión defines la vida como un tango, en otra parafraseas a Troilo diciendo que es una herida absurda… ¿Qué es la vida?
- Es algo bueno en sí mismo. Lo que es malo es el mundo, y algunas personas. La mayoría de la gente es buena, pero a los buenos se les nota menos. Por eso hay que vivir, a pesar de todo, vivir a bocados.

Y para terminar, ¿con quién te tomarías una copa?
- La verdad es que yo me tomaría una copa casi con cualquiera (risas). Recuerdo una ocasión, hace muchos años, en un bar de Oviedo en el que conocí a un camionero y jugamos al billar. Yo no sé jugar, pero esa noche los hados estaban conmigo y le gané, así que me invitó a una copa, y después de esa nos tomamos muchas más, y aún mantenemos el contacto. Con esa gente es con la que me gusta a mí tomar copas.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Una copa con...Kutxi Romero


"Hay gente que no mira el mundo desde el cielo sino desde encima de la acera. Esa es altura suficiente para ver las cosas".

Entrevista: Sonia San Román
Fotografías: Héctor Alarcia


José Carlos Romero Lorente, José Etxailarena o Kutxi. Los tres nombres forman parte de lo mismo o son diferentes.
-Bueno, José Carlos es el nombre que aparece en los documentos oficiales y por el que no me gusta que me llamen porque sólo me llaman las autoridades, dígase, eclesiásticas, dígase, policiales, diplomáticas y demás. José Carlos no me ha llamado nunca nadie porque siempre he sido Kutxi desde que nací. Desde que tengo uso de razón nadie sabe muy bien por qué.
Por lo visto cuando yo era muy chinorri preguntaban:
-Y, ¿este niño cómo se llama?
Y yo contestaba:
- Cuchi.
Entonces debe de venir de ahí.
José Etxailarena me lo puse porque sacaba libros de poesía y los chavales querían tener los libros del cantante de Marea, no querían un libro de poesía. Entonces, evidentemente, saqué un libro con seudónimo que nadie compró (risas) y lo tuve que regalar.
Es lo que pasa con la poesía, que no vale para nada (risas).

¿Es una leyenda urbana que tu seudónimo José Etxailarena viene de la época en la que trabajabas de albañil?
-No, no es una leyenda urbana. Es real pero más que una verdad es un chiste.
Me lo adaptaban:
-José, ¡echa ahí la arena! (Risas).

Pero es que además suena muy euskaldún.
-Suena como a poeta del Baztán...

Sí, sí, totalmente.
-...De baztante más abajo de Despeñaperros (risas).

Cuéntanos cómo surgió La patera, con qué fin y si esperabas que llegara, con la marea, a los puertos a los que ha llegado.
-Pues la verdad es que no. Si algo me ha caracterizado es que no tengo ningún tipo de ambición. Ni cuando tenía dieciocho años ni ahora. O sea, hago las cosas que no me cuestan esfuerzo, cuando me da la gana, como me da la gana y haciendo el menor daño posible al resto de la humanidad. Y he tenido la inmensa suerte de que la vida me ha permitido poder vivir de ello. Ni siquiera de la música o de cantar, sino de hacer lo que me da la gana y cuando me da la gana, que eso es algo que no lo puede decir casi nadie. Hay gente que trabaja en lo que le gusta pero que tiene la obligación de hacerlo. Yo ni siquiera tengo esa obligación. O sea, hago lo que me gusta y cuando quiero y, encima, se me ríen las gracias a veces. Quiero decir que soy un afortunado. Cuando me hablan de malditismos y de rollos yo digo:
- Pero si yo soy un bendito. ¡Vivo de hacer lo que me da la gana!
Es como si alguien a quien le gusta el pacharán, cada vez que se echa una copa, le suelta treinta euros el del bar. ¿Sabes?:
-¡Joder, qué alegría, si yo me iba a venir a tomar el pacharán igual y encima me das treinta pavos! ¡De puta madre!
Vamos, es algo completamente circunstancial. He estado siempre, no sé por qué razón, en el sitio adecuado y en el momento adecuado. Sin más. Estaba allí. No porque fuera a buscar nada. Estaba allí.


Tengo entendido que el primer disco de La patera, Marea, salió prácticamente a la vez que tu primer libro de poemas, Ruidografías. Por lo que veo tu pasión por la música y por la poesía han ido de la mano desde el principio.
-Bueno, por la poesía en general no. Por la literatura. Siempre fui un chico muy raro. Fui un niño muy raro y un adolescente muy raro porque siempre me ha gustado mucho leer. Luego coincidió que los hermanos de unos colegas míos escribían muy bien y como yo siempre estaba leyendo me rulaban libros. Cuando yo era muy crío ya empecé a leer a Bukowski o a los autores de la mal llamada Generación Beat americana. Entonces tenía como trece o doce años y me los descubrieron a todos: a (Henry) Miller, a (William) Burroughs, a Hunter Thompson. A todos. Y yo era un niño. Aquello para mí era la hostia porque me gustaba muchísimo leer y de pronto descubro que existe un mundo literario que no es el que me están enseñando en el colegio. Esto es lo que pasa actualmente y lo que pasará toda la vida, que existe otra clase de literatura y otra forma de contar. Hay gente que no mira el mundo desde el cielo sino desde encima de la acera. Esa es altura suficiente para ver las cosas. Descubrí que había otra forma de escribir y pensé:
-¡Qué guay!, si puedes escribir como te salga de los cojones (risas).
Después, en poesía, no me ha interesado la obra de alguien hasta que, en casa del escritor Patxi Irurtzun, descubrí la obra de David González. Es el único poeta del que me gusta toda su obra. De los demás me gusta parte, algunas cosas. Los poetas clásicos, por ejemplo, son todos horribles. En su conjunto es todo horrible, es un peñazo insoportable. Hasta Lorca, y eso que yo siempre he sido muy lorquiano y me encanta y me seguirá encantando porque sus imágenes me parecen las más poderosas de la poesía universal. Pero me compré una enciclopedia por fascículos con su obra completa y no hay Dios que se lea todo, aunque es verdad que tiene cosas maravillosas.
Lo mismo me pasa con Neruda. Tiene cosas bonitas, de acuerdo, pero leer toda su obra puede ser lo más pesado del mundo entero.
Después David (González) también me ha ido recomendando gente. A Roger Wolfe, por ejemplo. Kb (Enrique Cabezón) me regaló un libro y el año pasado me lo leí y se lo conté a David. Entonces me preguntó que qué me había parecido y le dije:
-Es como tú pero en malo (risas).
No, es verdad, aunque tiene algunas cosas interesantes, pero es que David es la transparencia absoluta, con todo lo que eso acarrea. David es un poeta desnudo y la desnudez, sea del tipo que sea, es interesante.
Generalmente los poetas lo camuflan todo con la pedantería elevada al grado máximo, círculos literarios, recitales para ellos mismos. La poesía es otra cosa.
Cuando yo sacaba mis libros y alguien venía a preguntarme qué era la poesía yo siempre le contestaba que era lo mismo que coger trescientos talegos y tirarlos por la taza del váter (risas).

¿Cómo recuerdas los momentos de la grabación, la distribución y vuestro primer contrato discográfico con BMG?
-Éramos muy bravos. Bueno, ahora también lo somos. Tú date cuenta de que somos de un barrio muy marginal. Berriozar era un barrio muy marginal y no había muchas cosas que hacer cuando uno era un crío y lo de montarse un conjunto era como muy divertido. Cuando montamos Marea teníamos curros bochornosos. La gente me suele decir que si recuerdo todos aquellos conciertos que hicimos por nada. Éramos unos niños, teníamos veinte o veintiún años y nos daban veinte mil pelas por tocar en un bar de Almería ¡y nos íbamos desde Berriozar! Volvíamos y decíamos:
-¿Cuánto hemos ganado?
- Menos setenta y cinco mil (risas).

Tampoco es ningún alarde de valor eso que hicimos, porque tampoco había nada que perder. Teníamos unos curros que se podían dejar en cinco minutos. No teníamos niños, responsabilidades, nada. Entonces era muy sencillo. ¿Cuándo decidimos tirarnos al barro? En ningún momento. No había nada que decidir. Era tocar o morirte de asco. Si esto nos hubiera pasado ahora, que tenemos más niños que la guardería de Michael Jackson, hipotecas, coches, mierdas, que te come la vida convencional. Si esto nos hubiera pasado ahora, otro gallo cantaría. Pero entonces, ¡buá! Nos sudaba los cojones todo. Entonces vivíamos todo al máximo, con un ritmo frenético. Todo nos daba igual, no pensábamos nada. En ese momento, te vienen unos gerifaltes de Madrid siendo tú un pipiolo y te dicen que te dan medio kilo por tu disco y tú piensas:
-Cien talegos para cada uno, ¡eso está hecho!
Porque no habíamos visto cien talegos ni en los cromos del Monopoli (risas).
Nos engañaron como a chinos, evidentemente.

¿Y la anécdota del trasvase de nombre? ¿Qué hay de esos chicos de Melilla que ya tenían registrado el nombre de La patera antes que vosotros y por los que tuvisteis que cambiar a Marea?
-Sí, sí, me mandaron hace poco un cartel, siguen tocando por bares.

En los conciertos que fuisteis dando en los comienzos cuáles son los que recuerdas como los más divertidos (o los menos) y con qué grupos te hizo especial ilusión tocar.
-Para nosotros, por ejemplo, fue una flipada tocar con Reincidentes en su año de explosión. Aquella era la primera vez que salíamos del pueblo con nuestra furgoneta de colores, la Tanqueta, que la hemos sacado ahora en una caja especial con diseño de Kb. E ilusión, la verdad es que me hacía tocar con todos y luego, poco a poco, fuimos conociendo a todos esos que te iban gustando desde chavalín.
Con treinta y tres años que tengo he tocado con todos los artistas vivos a los que admiro, he hecho dos giras por América, tengo dos discos de oro, un montón de cosas y un montón de mierdas que son sólo objetos. Todo lo grande está dentro de la cabeza. Sólo me quedan los muertos y sólo sería posible hacer un concierto con ellos por medio de psicofonías. Tengo que llamar un día de estos a Iker Jiménez para ver qué podemos hacer (risas).

En el 2000 llega el cambio de discográfica (BMG por GOR) y sale a la calle vuestro disco Revolcón. Llega entonces el momento de asumir que sois músicos e incluso dejáis vuestros antiguos trabajos, ¿no?
-No, no, no, para nada. Ahí es cuando empiezan a llamarnos más para tocar y empezamos a tener problemas en los curros. Entre 2000 y 2001 hicimos como unos cien conciertos. Entonces, imagínate, saliendo a tocar más de cien veces, por todo el Estado y currando en la obra. Salíamos el viernes, teníamos que pedir fiesta y luego teníamos que recuperar...
En esa época fichamos con GOR que era una independiente y pensamos que como los teníamos al lado de casa estarían controlados pero hubo más de lo mismo o peor, porque encima perdimos amigos ya que eran conocidos. Lo mejor de todo es que yo sigo teniendo cariño por ellos. Hicieron cosas feas aunque supongo que yo también las hice. Así que se jodieron las cosas y nos fuimos otra vez a DRO. Somos el único grupo que se ha salido de una multinacional, se he metido en una independiente y ha vuelto a la multinacional. Después de DRO nos fuimos a Warner y ahí ya guay. Hicimos el Besos de perro del que vendimos miles de copias y nos salió una gira tremenda. Besos de perro salió como en abril de 2002 y en junio de ese mismo año, me acuerdo que estábamos el Piñas y yo currando y, el jefe, que es colega nuestro, me viene un día y me dice:
-Oye, Kutxi, ¿tú sabes cuántos días has venido este mes a currar?
-No
-Seis
(risas).
Era un viernes y me dijo que él nos daba cuartelillo para que nos fuéramos a tocar pero no podía ser que fuéramos sólo seis días a trabajar. Que estábamos todo el día tocando en Almería, en Badajoz, en Galicia y que nos planteáramos dedicarnos a esto.
Le dije que posiblemente tuviera razón.
Así que, terminamos el viernes, dejé la ropa colgada en el perchero y ya no volví.

Ahí pensé:
-A ver qué pasa
Y lo que han pasado ha sido seis años sin tener que levantarme a las seis de la mañana (risas).

Y luego llegó el cansancio...
-Sí, sí. El marisco está de puta madre pero todos los días langostinos, todos los días cigalas es cansado también. Y no es cansancio, sino la sensación de sentir que aquello se había convertido en un trabajo que era lo peor de todo. Era como fichar: hoy tocamos, mañana también y pasado también. Llegó un punto en el que nos dimos cuenta a tiempo o me di cuenta a tiempo de que eso no tenía que ser así. A nosotros nos tenían que pagar por divertirnos. Teníamos que tener la sensación de que nos regalaban el dinero, que es siempre lo que más me ha gustado de esto. Llegar a casa y no tener la sensación de que te han pagado sino que te han hecho un regalo. En el momento en que sentimos que nos pagaban por trabajar decidimos espaciar las giras. Además metíamos a mucha gente en los conciertos y llegaba un momento en que te había visto todo el mundo. Así que decidimos no volver a salir de gira hasta que no tuviéramos algo nuevo que contar. Eso sí que fue realmente apostar porque lo normal es coger el botín y correr antes de que lleguen los indios. Pero ya te digo que lo nuestro nunca tuvo una motivación económica. La única motivación que le lleva a un grupo a estar continuamente tocando; fuera del amor que le puedas tener al rock and roll, que puede ser tremendo; es la económica. Así que apostamos y nos salió bien y eso que en ningún momento sabíamos lo que iba a pasar. Se da la circunstancia de que ninguno de nosotros somos internautas y no nos enteramos de ninguna de las opiniones o debates que hay sobre nosotros en Internet. Además como tampoco solemos hacer muchas declaraciones se montan unos cristos tremendos sobre nosotros.

Esta misma mañana, preparando esta entrevista, he visto que tu nombre y tu seudónimo son artículos en discusión en la Wikipedia.
-Es que la gente tiene mucho tiempo libre.

Sí, mucho, mira a lo que me dedico yo por amor al arte (risas).
Luego, en 2004, sacas con Ediciones del 4 de agosto León manso come mierda.
-Me contó el Kb que iban a montar una editorial y yo me ofrecí a regalarles la edición a cambio de unos cuantos libros para dar a mis amistades y en paz.
Y así fue.
Me gusta saber que puedo hacer lo que quiera con la literatura, no como en los discos, donde no puedo hacer nada porque al final son de la discográfica. No puedes regalarle canciones a nadie ni hacer nada con tus propias canciones porque realmente son de ellos. Con la literatura esa sensación de ser libre me gusta mogollón.
Sigo escribiendo. Hago poemas, también hago artículos de vez en cuando.

Lo que pasa es que me llaman de la prensa, hago un artículo, me meto en un follón, me quieren denunciar y ya no me llaman más. Y eso que mis artículos son pura ironía. No entiendo por qué se enfadan.

¿Cuáles son tus próximos proyectos musicales?
-Yo nunca tengo proyectos, siempre voy haciendo cosas. Ahora estoy grabando un disco muy bonito con Jatajá, que son una banda flamenca de Navarra; preparando un disco directo de Marea que sacaremos entre noviembre y diciembre; escribiendo; viviendo; queriendo a los niños; paseando.

Y por último, como ya es costumbre en nuestro blog, nuestra pregunta estrella:
¿con quién te tomarías una copa?

-¿Pero cuándo? (Risas).

sábado, 6 de septiembre de 2008

Una copa con...David González

"Las alturas le producen vértigo a la buena poesía. De hecho, lo que yo entiendo por poesía ha de funcionar igual de bien en la cátedra de una universidad que dentro de un bar. La poesía no es o no debería ser privilegio de unos pocos, sino que ha de ser privilegio de todos".

Entrevista: Sonia San Román
Fotografías: Mark Ostrowski (foto en blanco y negro) y el resto proporcionadas por David González.

-Si no me equivoco, acaba de salir tu último libro En las tierras de Goliat. ¿Qué representa este título? ¿Contra qué gigantes luchas con tus poemas, David?
El título viene a representar mi sentimiento de soledad, cada vez mayor, ante el mundo, la sociedad, la vida en general. Es decir, me siento igual que si estuviera detrás de las líneas enemigas, sin casi nadie en quien confiar y cada vez más alejado de los intereses en los que parece moverse la mayor parte de la gente. De ahí el juego con el Goliat y el David bíblicos con una diferencia: yo, a diferencia del David bíblico, voy a perder en mi lucha contra Goliat.
Los gigantes contra los que lucho son los mismos contra los que luchaba don Quijote: molinos de viento. Y bueno, ya sabes cómo terminó sus días el Quijote, ¿no?

-¿En qué momento de tu vida sentiste la necesidad de escribir y por qué?
La necesidad de escribir la he sentido desde siempre. Pero, a mi juicio, para escribir, primero necesitas tener algo sobre lo que escribir, algo que contar, y en mi caso, ese algo fue mi paso por la cárcel. Comprendí que tenía que escribir lo que había visto y sufrido allí dentro, pues la mayor parte del material que se había escrito sobre la cárcel no se ajustaba a lo que yo había experimentado allí dentro. Y comprendí que debía escribirlo, pero escribirlo de tal forma que me ajustara a la verdad y a la realidad y que al mismo tiempo fuera arte, es decir, que lo que escribiera sobre el tema no se quedara solo en la mera anécdota. Luego todo consistió en aplicar esos mismos términos a mis demás experiencias vitales. ¿Por qué? Bueno, creo que la verdad, como ya he dicho en más ocasiones, es el sustento de la poesía. No el verismo, la verdad inapelable. Porque eso, de algún modo, podría serle de utilidad a mis lectores, caso de que se encontraran en circunstancias similares o parecidas a la mía.

-¿Cuáles fueron los autores que más te influyeron y cuáles siguen influyéndote?
La lista sería interminable. No sé… desde Whitman o Carl Sandburg, hasta Bukowski, Hubert Selby Jr o Carver, pasando por los autores de la Beat Generation o gente como Nazim Hikmet, Roque Dalton o Raúl Núñez…autores que siempre me influirán y a los que en los últimos años cabría añadir gente como Tonino Guerra, C.K.Williams, Carolyn Forché, Sharon Olds, Denise Duhamel o Luís J. Rodríguez…Pero ya te digo, la lista sería interminable, pues también me han influido y me influyen desde cantaores de flamenco como Tony el Gitano o Camarón de la Isla hasta grupos de rock como Barricada, Leño, Burning o Marea, por citar solo unos ejemplos…En realidad, pienso que las influencias de un poeta abarcan desde la poesía a la música pasando por los cómics, el cine e incluso determinadas series o programas de televisión, o ya en nuestros días, videojuegos y demás.

-Tú ya eres un referente en la poesía alternativa en este país. Escuchándote en directo uno tiene la sensación de estar más cercano a un concierto de rock que a un recital poético ¿Crees que la poesía debe bajar de las alturas para entrar al bar?
Las alturas le producen vértigo a la buena poesía. De hecho, lo que yo entiendo por poesía ha de funcionar igual de bien en la cátedra de una universidad que dentro de un bar. La poesía no es o no debería ser privilegio de unos pocos, sino que ha de ser privilegio de todos y sobre todo privilegio de los más desfavorecidos de nuestra sociedad, y cuando esto no sucede así quiere decir que no nos encontramos ante verdadera poesía, ante poesía viva, sino ante literatura muerta, por mucho que ciertos poetas o ciertos medios de comunicación quieran hacernos creer lo contrario. Pero a estas alturas todos sabemos ya o deberíamos saber que lo que mueve al noventa por ciento de los críticos son intereses que poco a nada tienen que ver con la poesía; y de hecho, estoy convencido de que si a dichos críticos no se les cae la cara de la vergüenza es sencillamente porque no la tienen. Aún así me jode el daño que esta gente le está haciendo a la poesía; daño que se traduce en el alejamiento cada vez mayor entre el pueblo común y la verdadera poesía.
-¿Cuáles son los mejores y los peores momentos, literariamente hablando, desde tus comienzos hasta hoy? ¿Con cuál de todos los libros que has publicado estás más satisfecho?
Los peores momentos, al menos para mí, se producen cuando tengo un poema en la cabeza y no encuentro la manera de plasmarlo sobre el papel. También, en otro orden de cosas, cuando poetas de talento lo arruinan por venderse por un plato de lentejas, es decir, por un premio de mierda o por cosas por el estilo. La poesía, ya lo dijo Shalámov, es un sacrificio; sin embargo hay poetas que prefieren coger atajos y claro, la acaban cagando. He visto a muchos poetas así y, cuando se trata de gente de talento, pues me jode bastante; y si encima eran colegas míos, pues me jode más aún.
Los mejores momentos son siempre cuando estoy escribiendo un poema, y también cuando veo el fruto de mi trabajo editado en forma de libro. Esos primeros momentos en que tienes entre las manos, recién salido de imprenta, tu libro son impagables, al menos para mí.
El libro del que estoy más satisfecho es siempre el último y, si no es así, pues paso de intentar siquiera editarlo.




-¿Cómo ves el panorama de la poesía en España?
Habría que empezar por decir qué entendemos por poesía. Para mí una poesía que está alejada de los problemas humanos y sociales no es poesía. Es decir, está bien escribir sobre el amor y sobre el desamor, o sobre la naturaleza, pero siempre cerca de la realidad. O sea: no considero poesía la que habla de sentimientos que el poeta no siente. Por otro lado, lo que yo considero un poeta, no puede desatender los problemas o la causa de la gente más desfavorecida. En mi opinión, si un poeta no se identifica con la gente más humilde y, en cambio, se corre por figurar al lado de los poderosos, todo lo que escriba no me sirve ni para limpiarme el ojete, por muy bien escrito que esté.
Sin embargo, hay una poesía que se escribe desde los márgenes y que se publica en editoriales independientes que merece realmente la pena. Esta poesía cada vez tiene más lectores pues de un tiempo a esta parte se promociona en una red de blogs que se mueven al margen de la cultura oficial, que no de la cultura de masas, pues como sabemos las masas se están alejando de cualquier cosa que lleve el nombre de poesía, como cualquiera puede comprobar entrando en las librerías y viendo el espacio cada vez menor que se dedica a los poemarios. Esta poesía se está dando a conocer a través de los blogs y por ello casi procedería hablar de una “generación blogguera” que incluye tanto a poetas que empezamos a escribir cuando aún no disponíamos de la herramienta del blog como a poetas más jóvenes, algunos sin libros editados incluso, que están dando a conocer su obra por medio de los cuadernos de bitácora.
No sé, aunque me deje algún nombre en el tintero, no quiero dejar de mencionar a gente como Vicente Muñoz Álvarez, Antonio Orihuela, Enrique Falcón, Antonio Martínez i Ferrer, Lluís Pons Mora, Ana Pérez Cañamares, Mada Alderete, Deborah Vukusic, Ignacio Escuín, Lola Lugo, Safrika o tú misma si ir más lejos.

-¿Algún día encontraremos publicada una novela de David González?
Supongo que sí aunque para escribir la novela que yo tengo en mente aún necesito de unas experiencias vitales por las que todavía no he pasado… es decir, que no creo que esté preparado hasta que llegue, si llego, a los sesenta tacos o por ahí.

-Por último, la pregunta obligatoria de nuestra página: ¿con quién te tomarías una copa?
Me tomaría esa copa con cualquiera de mis colegas poetas, tanto los que he mencionado más arriba como otros que me han quedado en el tintero. Y si no fuera con alguno de mis colegas, me hubiera gustado tomar esa copa con Neal Cassady, aunque con Neal imagino que la cosa no se limitaría a una sola copa, sino que acabaríamos por ahí de doblete o de triplete, y que además la cosa no se limitaría a copas sino que terminaríamos metiéndonos de todo; pero sí, con Neal Cassady.

-Muchísimas gracias, David. Es un lujo que nos hayas atendido.
Gracias a vosotros, Sonia, colega.